Críticas de videojuegos

Análisis de Yasha: Legends of the Demon Blade, repetitiva adicción

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración

Recomendable

No es original, pero es divertido y con un buen sistema de combate.

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7QUARK es la desarrolladora responsable de este roguelite de acción y de vista isométrica ambientado en un Japón místico de la época Edo. Un RPG divertido y muy rejugable que premia la repetición y el aprendizaje con el que sin duda pasaréis intensos buenos ratos a través de su divertido combate y sus muchas opciones de customización y evolución.

Una vez más analizamos uno de esos juegos indies que toma ideas y mecánicas prestadas de otros títulos y las recicla para crear un nuevo producto digno de ser disfrutado.

Con su único punto negativo puesto en lo repetitivo de las misiones ofrece, sin embargo, una divertida historia contada desde tres puntos de vista. Lo vamos a contar al detalle en las siguientes líneas pero sabed que ya lo tenéis disponible en PC, Swtch, Xbox SerieS/X, PS4 y PS5.

Tres historias en una

El equilibrio entre los seres humanos y los demonios, que conviven en una paz pactada sin ningún problema, se ve amenazado cuando aparece el malvado y poderoso Zorro de Nueve Colas, que reúne todo un ejército de secuaces del inframundo para sembrar el caos. Pero cuenta la leyenda que un guerrero puede poner fin a esa amenaza… y no hace falta deciros quien se va a encargar de encontrar al «salvador» (o salvadora) y detener al líder de la invasión demoníaca.

La historia se narra a través de diálogos entre los personajes, bien integrados en los gráficos del juego o con la aparición de dichos personajes superpuestas en la pantalla. Como sea, la historia nos llega fragmentada y solo la comprenderemos en su totalidad si jugamos con los tres personajes que ofrece el juego.

Shigure, una ninja entrenada desde pequeña para ser la defensa ante estos malvados seres… Sara, una demonio que va a lo suyo y que será sin quererlo la mejor baza de la humanidad… y Taketora, un samurai demonio muy poderoso. Estos son los tres personajes jugables con los que podemos afrontar la aventura y, aunque a efectos de jugabilidad difieren poco, solo en algunos aspectos que ahora comentamos, a efectos narrativos son complementarios. De tal forma que jugar con cada uno de ellos nos dará una visión de lo que sucede. Cada uno tiene sus motivaciones y su personalidad, pero todos acabarán confluyendo en una meta común.

La historia la podemos seguir con facilidad gracias a los subtítulos localizados al castellano… aunque hay frases o conversaciones que nos hacen dudar si la traducción la ha hecho un ser humano o una IA. Y si esa duda existe la respuesta casi está clara, no?

Esta es una parte muy interesante y original del juego.

Combate con profundidad y muchas variables

La jugabilidad también tiene su punto. Con una vista isométrica tendremos que eliminar a los enemigos que aparecen en cada zona y solo pasaremos a la zona siguiente cuando lo hayamos hecho. Momento en el que nos recompensarán con objetos diversos que luego usaremos para subir la vida, crear o mejorar armas o directamente invertir en evolucionar a nuestro personaje a través de un simple árbol de habilidades.

Tendremos también zonas de descanso donde poder reponernos tratando con pnjs la mar de simpáticos. Hay hasta un cocinero que nos preparará recetas culinarias con las que aumentan momentáneamente algunos de nuestros parámetros. Dependiendo de los enemigos que venzamos y lo que recojamos, los distintos ingredientes de las recetas irán aumentando su potencial y podremos descubrir nuevos y sabrosos platos. En esta zona de descanso hay mucho más por descubrir, incluso alguna zona secreta, quedáis avisados.

En cuanto al combate, que es la base del juego, tenemos que felicitar su sencillez y profundidad. Está el típico ataque fuerte y ataque normal, con todos los combos que permiten estos dos botones. Además existe la posibilidad de realizar un parry y devolver el golpe o lanzar un super ataque. Para evitar ser dañados contamos con una finta que, como no, también se puede combina con algún ataque.

Como vemos, una jugabilidad sencilla que gana en profundidad al mezclarlo con otro elemento: las armas.

Muchas armas para elegir y muchos enemigos para machacar

Cada personaje tiene su propio arsenal de armas que iremos desbloqueando gracias a un maestro forjador. Si además le entregamos los objetos y componentes que nos pide, podremos aumentar la potencia y ataque de cada arma. Pero no todo acaba ahí, ya que algunas armas tienen una especie de «poder» que nos va a permitir aumentar el daño en forma de ataques extra (con rayos o explosiones o efectos varios que salen directamente del arma) o también nos puede procurar más defensa, como por ejemplo esa arma que al acumular golpes crea un escudo protector a nuestro alrededor.

Como vemos, los combates en este juego se convierten en una mezcla de estrategia y habilidad. Visualmente son impecables con la pantalla llena de movimientos, enemigos, explosiones o efectos varios. Ninguna pega al respecto.

Además, los enemigos tienen todos patrones y ataques muy diversos que aunque son fáciles de aprender, en ocasiones cuesta controlar por la acumulación de estos. No faltan los grandes monstruos o demonios, que supondrán un verdadero reto… aunque al ser nosotros cada vez más poderosos, el reto se irá diluyendo proporcionalmente a nuestro aumento de poder (y experiencia).

¿Y que pasa si morimos en medio del combate? Pues como dice el juego, «la muerte no es el el final». Cuando caemos en combate el juego nos resucita en una zona neutral y es cuando nos permite aumentar nuestros parámetros. De ahí pasamos a la villa donde está el herrero/armero y el resto de pnjs… y de ahí regresamos al campo de batalla.

Y aquí viene la única pega del juego.

Casi un día de la marmota

Da igual con que personaje juguemos, siempre vamos a pasar por los mismos escenarios y a combatir con los mismos enemigos. Es cierto que al cambiar de personaje y de armas nos incentivamos y queremos probarlo todo… pero da un poco de bajón el volver una y otra vez a combatir con los mismos enemigos. Lo que alarga la vida del juego por un lado, tres personajes jugables, lo reduce por otro, repetición de escenarios.

Pero quitando este elemento Yasha nos ofrece muchísimas horas de entretenimiento y buenos ratos. A esto contribuye sin duda su encantador aspecto, con unas ilustraciones y personajes que parecen sacados de un anime y con unos gráficos coloridos y detallistas que recrean cada escenario de manera única y muy fluida. Desde la playa hasta el interior de un templo, sin demasiados detalles que distraigan y con todas esas texturas y colores dibujados que dan una sensación de estar recreando con mucha limpieza y oficio, ese periodo histórico.

Conclusiones

Este juego es divertido y genial. Es rápido y es profundo y con cada muerte no sientes el fracaso de haber perdido sino la oportunidad de mejorar y volverlo a intentar. La verdad es que se trata de un sistema (imitando a otros juegos) muy inteligente que nos obliga a explorar nuevas estrategias y a experimentar con nuevas armas y personajes.

Un montón de opciones entre las que encontramos la recolección de orbes, la mejora de recetas, la exploración de zonas ocultas, los tres personajes cada uno con su historia… todo esto y más permite que Yasha sea tan disfrutable y largo como uno quiera, siempre que no se canse de repetir una y otra vez los mismos retos.

Visualmente maravilloso y jugablemente gratificante. Da igual si eres demonio o humano, con esta nueva creación de 7QUARK te esperan muchos ratos divertidos y muchos desafíos.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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