Crítica: «Caballero Luna. Bienvenido a Nuevo Egipto», delirios a la luz de la luna.

Tres arcos argumentales como tres lunas se marcaron Warren Ellis, Brian Wood y Cullen Bunn (mi preferido, el de Wood) justo antes de que las Secret Wars irrumpiesen en la línea temporal de los héroes Marvel. En casi todas las series fue sinónimo de «punto y aparte», pero algunas gozaron de un «punto y seguido». La serie del Caballero Luna continúa en el mismo tono serio, oscuro y fatalista, con un protagonista más cerca de la locura que de ser un héroe intachable, marca del tipo de cómic que representa.

Así, el volumen 8 de Moon Knight (aquí publicado por Panini de manera correlativa a los números pre-Secret Wars, siendo el 4 de su línea 100% Marvel: Caballero Luna), está escrito por otro grande, Jeff Lemire y dibujado por Greg Smallwood, que acompañó recientemente a Wood en el segundo tomo. Tenemos la continuación de aquellos acontecimientos del volumen 3, con un Marc Spector detenido e ingresado en un centro psiquiátrico de los de antes, muy al estilo «Alguien voló sobre el nido del cuco», pasando el día a día entre palizas, electroshocks y dejà vus. Marc tiene sueños donde se presenta Khonsu, el dios egipcio lunar que le otorga sus dones, advirtiéndole que la realidad está velada para él y solo será capaz de huir de la prisión mental a la que está sometido si escapa físicamente del centro donde se haya. En todo momento el lector está despistado, pues no sabemos si Spector está realmente loco y cuáles son las visiones verdaderas… pues detrás de todo esto se encuentra una peculiar invasión de seres provenientes de la mitología egipcia, siendo Spector como encarnación (más o menos) de Khonsu, la única posible salvación del planeta. Pero es todo tan extraño, bordeando lo terrorífico y lo ridículo, que nos cuesta empatizar con esta versión del Caballero Luna, pues no terminamos de creernos nada de lo que pasa y, flirteando lo que leemos entre lo irreal y lo imaginado, no consigue impactarnos el padecimiento y tortura del protagonista.

Jeff Lemire no goza de diálogos fluidos, aunque la historia se sigue fácilmente, pero ningún personaje termina de cuajar en nosotros. Que esto suceda con los pesados y sádicos carceleros puede o no molestar, pero reencontrarnos con antiguos secundarios como Frenchie o Marlene y que casi nos dé igual, no dice mucho del ambiente creado durante los cinco números. Punto y aparte es el dibujo de Smallwood, sucio y degradado a propósito, consiguiendo transmitir una incómoda sensación de irrealidad y de fatalismo, pero sin renunciar al detallado retrato de los personajes. Además, luce una original composición de página, situando las viñetas de manera irregular para aumentar esa sensación de caos, pero al mismo tiempo sin perder narrativa. Se permite, además, trazar símbolos con las viñetas, como un gran símbolo de admiración (que curiosamente recuerda al logo de Image, donde este cómic encajaría como un guante!)

Lo mejor que se puede decir de este cómic es que sigue su propio camino, ajeno al devenir del universo marveliano y explorando conceptos e ideas que ningún otro cómic de la casa propone ni de lejos. No deja de ser interesante el giro que este personaje a sufrido en los últimos años, acercándose más al cómic independiente y manteniendo un lugar dentro del monstruoso engranaje que es Marvel, que siempre a devorado este tipo de series y, sin embargo, ahora las mantiene con orgullo. Ojalá sigan por este camino y ojalá el baile de autores en Caballero Luna nos dé algo de estabilidad, pues dotar de coherencia a un personaje que se balancea tan cerca de la locura, es difícil de conseguir si a cada cinco números cambiamos de autores, por muy buenos que estos sean.

Una historia resbaladiza, cuyo sentido se nos escapa de entre las manos, sí es suficiente para atrapar al lector de cómic de superhéroes que busca «algo más», sobre todo si ese lector ha crecido leyendo al Caballero Luna y siente que la madurez también le ha llegado al personaje. Así que puede haberme gustado más o menos, pero siempre defenderé este tipo de apuestas cuando vienen de Marvel, encasillada en un género y un tipo de cómic determinado pero que, a veces, apuesta por algo más arriesgado, sea Estela Plateada, Visión, Ojo de Halcón o Caballero Luna. Celebremos pues esta demencia.

• 100% Marvel. Caballero Luna 4: Bienvenido a Nuevo Egipto. Panini Comics.
• edición original. Moon Knight vol.8 núms. 1 al 5 USA. Marvel Comics.
• rústica con solapas. 128 pp. color. 12 €