Crística: Joker: La Sonrisa del Demonio”. Leyendas del Joker.

El Joker se cuela en las “Leyendas del Caballero Oscuro” y le roba el nombre. En una historia loca y rocambolesca, Batman queda suspendido a favor de que el protagonista involuntario logre su plan, aunque suponga la muerte de miles. Esto es lo que tienen los villanos con tirón y su crecimiento a lo largo de los años. Sobre todo uno tan caótico como este, que aunque le veas venir siempre consigue darle una vuelta a lo preconcebido. No ocurre así con su aliado, Ras Al Ghul, quién tiene un recorrido más estático en sus planes no tanto en su relación con Batman, elemento mucho más rico dentro de la mitología de este villano como de la propia trayectoria de Bruce Wayne, que aquí no se explota en beneficio del loco criminal.

El hecho de que el diablo promueva sus planes genocidas con la ayuda del payaso no tiene más aceptación que la de adentrarse en la diversión de contraponer estas dos personalidades, la maldad y el caos más absoluto con la maldad más ordenada y limpia que existe. En un plan de primero de supervillano, que solo por la ambición del mismo da para un evento, el refugio que supone la cabecera las “Leyendas…” hace qué de forma lateral tenga cabida en un pequeño arco argumental de cuatro grapas. Es decir, no es tanto el plan sino comprobar como puede ser una alianza entre Joker y Al Ghul, ya sea en un plan genocida mundial como es el caso, ya sea que el Joker se haya encaprichado de Talia, que no lo es, por poner un ejemplo aleatorio como excusa para justificar la Alianza.

En cuanto a la historia, partimos de una interesante premisa, como es la interacción entre Joker y Talia para escaparse de Arkham, que nos introduce en el universo de los villanos bondianos a lo Ras Al Ghul: submarinos ocultos, bases secretas, tecnología futurista y destructiva y esbirros de uniforme fijo. Al menos no se esconden los autores a la hora de mostrar la acción y violencia (no gratuita), más subida de tono que en otras ocasiones, que le da un empaque más serio a la propuesta, pero también un perfil de verso suelto distinto a lo habitual, ganando en coherencia y verosimilitud habida cuenta la maldad intrínseca de los villanos. Vamos, que no es un chiste, que tiene su aquel. Esto sucede también con el sentido del humor qué implica situaciones a lo extraña pareja con Al Ghul y Joker. ¿Y Batman?, un espectador, siempre a dos pasos de los dos villanos y como peón artístivo para conocer los hechos en los que los dos villanos no pueden intervenir por motivos argumentales. Y para nada más, es el Joker el que se alza.

El equipo creativo no es sospechoso en estas lides, teniendo en cuenta que Dixon y Aparo han contribuido con mucho en la trayectoria histórica del personaje y se nota que en esta pequeña historia están mucho más relajados al no encargarse de un arco argumental para una de las series regulares de Batman, por aquello de dejar impronta y crear historias perdurables. En una historia de consumo rápido, vamos a divertirnos lo más posible sin importarnos las consecuencias y vamos a ver hasta qué punto llega el Joker y Al Ghul en un team up muy particular. Se observa una despreocupación y soltura que se agradece. Fuera pretensiones, encontremos el mayor divertimento posible en cuatro grapas. También ocurre con Aparo, que con un estilo muy distinto al acostumbrado, en ocasiones el dibujo recuerda a Brian Bolland, a Steve Dillon y a Paul Gulacy o a una extraña amalgama de los tres.

“La Sonrisa del Demonio” levanta el velo a la cabecera Batman para cambiarse por “Leyendas del Joker”, dándole al personaje otra oportunidad para colocarse de forma independiente en su rincón de la estantería comiquera particular.

Batman: Legends of the Dark Knight núms. 142-145 USA.Cartoné. 104 páginas. Color. Pvp: 15,50 €.