Crítica: «Los Diablos» de Joe Abercrombie. Más humor, más acción, más caos. Más Abercrombie que nunca.

Valoración
Una grandísima una sorpresa.
Caótica, divertida, repleta de acción y con unos personajes memorables.
Aquellos que me conocen saben que Joe Abercrombie es mi escritor favorito. Si, ya sé que hay muchas escritoras y escritores excelentes, maravillosos, que me han transportado a mundos que en la vida habría imaginado, pero no sé porqué, la forma en que Abercrombie me atrapa no la consigue ningún otro autor. Obviamente, esto es algo completamente subjetivo y no se trata de una competición sobre quién es mejor, simplemente lo digo para que os hagáis una idea de la ilusión que me ha hecho enterarme de que había publicado una novela nueva. Por supuesto, esto también puede jugar en mi contra, porque, para ser sincera, tenía las expectativas por las nubes. ¿Se han cumplido? Para saberlo tendréis que seguir leyendo.
«Los Diablos» da comienzo a una trilogía nueva que no tiene nada que ver con «La Primera Ley» ni con sus sagas anteriores. Está ambientada en una especie de Europa medieval alternativa donde conviven monstruos, elfos, magos, hechiceros, humanos… aunque no precisamente en armonía. De hecho, elfos y humanos son enemigos acérrimos. La Iglesia está dividida en dos bandos, la Occidental y la Oriental, una liderada por mujeres y otra por hombres, y tampoco se llevan precisamente bien. Y, para rematar, la situación política tampoco es que sea mucho mejor.
En este mundo tan convulso nos encontramos al Hermano Díaz, a quien llaman a la Ciudad Santa porque la Papisa quiere hablar con él. Díaz está emocionadísimo, porque piensa que todos esos años de sacrificio y duro trabajo por fin van a ser recompensados y lo van a ascender. Pero, cuál será su sorpresa cuando lo nombran pastor de la Capilla de la Santa Conveniencia. Una congregación de la que prácticamente nadie conoce su existencia y que está formada por seres de dudosa reputación. El caballero templario Jakob de Thorn y Baptiste, una pirata que sabe hacer de todo, son los únicos que pertenecen a este grupo de forma voluntaria. El resto la componen la elfa Solete, el mago Baltasar Sham Ivam Draxi, el barón Rikard, que además de barón es un vampiro, y la mujer loba Vigga. Todos ellos han sido juzgados por la Iglesia y condenados a trabajar para ella en misiones especiales, y esta es una de ellas. El Hermano Díaz y el resto de su congregación deberá llevar a la princesa Alex sana y salva a Troya, donde tomará posesión de su cargo, cosa que otros aspirantes al trono quieren evitar a toda costa.
Abercrombie sale de su zona de confort.
La verdad es que, en cuanto empiezas a leer las primeras páginas, te das cuenta de que es diferente a lo que suele escribir Abercrombie. Es una novela de 800 páginas y cuando llevas 60, ya conoces a los personajes. Con 100 ya están todos juntos y la aventura ha empezado. Esto es muy distinto al modus operandi habitual de Lord Grimdark, ya que normalmente sus trilogías suelen componerse de una primera novela para conocer el mundo y los personajes, otra para juntarlos y presentar el conflicto y la tercera donde todo se desarrolla. «Los Diablos» es una trilogía, pero cada volumen es autoconclusivo, así que todo avanza mucho más rápido de lo que nos tiene acostumbrados.
También el tono es algo diferente: es mucho más macarra y gamberro. Abercrombie nunca se ha cortado a la hora de meterle un punto gore y lenguaje soez a sus historias, pero aquí el nivel de grosería y sangre es más elevado. En el caso de Vigga, una mujer loba salvaje que no sabe ni leer ni escribir, es normal que suelte tacos, pero es graciosísimo cuando se le escapan al barón Rikard, un erudito que presume de una educación impecable y al que de vez en cuando se le escapa un «joder» que le sale del alma. «Los Diablos» realmente no es una comedia pero sí que tiene bastante más humor, que como buen británico, sigue siendo igual de negro que siempre.
La magia ha sido un tema por el que normalmente ha pasado de puntillas; existe en sus novelas, pero nunca ha sido protagonista. Aquí tiene bastante más presencia, ya que hay druidas, magos, hechiceros… pero es un sistema de magia blanda, nada tan tan complejo y elaborado como los que usa Brandon Sanderson.
Imagino que lo sabéis, pero el grimdark es un género de fantasía bastante oscura y, hasta cierto punto triste. A Abercrombie se le conoce como Lord Grimdark porque es el género que trabaja en la mayoría de sus obras. En «Los Diablos» se aleja un poco de tanta oscuridad, pero sin abandonarla del todo.

¿Y por qué tanta comparativa de «Los Diablos» con sus otras novelas? Porque se ha atrevido a crear algo nuevo. El tono y la forma es diferente respecto a sus trabajos anteriores, pero en ningún momento ha dejado de ser Abercrombie. Todo su espíritu y su esencia siguen ahí, y eso es difícil de conseguir. Este autor tiene dos características innegables que lo convierten en el gran escritor que es. La primera es la construcción del worldbuilding, el mundo donde transcurren las historias. Nunca te encontrarás un tostón de 3 páginas explicando cómo es ese universo ni cómo funciona, siempre lo hace de una forma muy sutil, con pequeñas descripciones. Con apenas unas pinceladas, es capaz de ponerte en situación sin necesidad de largos textos descriptivos. También se apoya mucho en sus personajes y, a través de sus conversaciones, entendemos todo el contexto de una forma más fluida y natural.
Y hablando de personajes, esa es su segunda característica y, para mí, la más importante: Abercrombie es un MAESTRO (sí, con mayúsculas y en negrita), en la creación de personajes. Aquí tenemos una panda de inadaptados que se ven obligados a trabajar juntos. Es más que probable que al principio de la novela alguno de ellos te caiga mal, pero conforme los vas conociendo entiendes su forma de ser y actuar. Ninguno de sus protagonistas es blanco o negro, todos ellos son un amplio abanico de grises que evolucionan a lo largo de la historia. Te pueden gustar más o menos, pero entiendes en todo momento el porqué de sus actos, y eso es difícil de conseguir con una novela tan coral y con personajes tan diferentes entre sí.
Podría seguir divagando un rato más sobre lo buena que es y lo grande que es Abercrombie como autor, pero creo que esto es más que suficiente para que os pique la curiosidad sin desvelar nada de la trama, porque cuanto menos sepáis de ella y de sus personajes, mucho mejor. A grandes rasgos, podría definirla como una mezcla entre la serie animada de DC «Creature Commandos» y un videojuego RPG donde empiezas una historia aparentemente sencilla y un NPC te ofrece una misión secundaria que te complica la tarde y te lleva a un lugar que no esperabas. Lo mejor de todo es que es autoconclusiva, y si no conoces nada del autor no pasa nada, porque es una saga completamente nueva. No hay mejor puerta de entrada al universo de Abercrombie que este libro. Tiene drama, acción, comedia, una crítica brutal a la iglesia, personajes memorables… ¡no se le puede pedir más!. Como extra, al final hay unas ilustraciones de estilo bizantino de los personajes creadas por Joel Daniel Phillips y una mapa para poder orientarte en esta extraña Europa poblada por seres sobrenaturales.
- Autor: Joe Abercrombie
- Traductor: Manu Viciano
- Editorial: Alianza Editorial. Colección: Runas.
- Tapa dura. 808 páginas.
- Fecha de lanzamiento: 22/05/2025