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Crítica: «Onee Chanbara Origin». Bikinis, katanas y zombis.

Historia
Jugabilidad
Gráficos

Recomendable

Chicas ligeras de ropa, katanas y zombis... nada puede fallar... si perdonas una historia inexistente y un sistema de combate solo correcto.

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Mucho ha llovido desde que los primeros Onee Chanbara llegaron a la PS2. Que lejanos aquellos tiempos en los que nos sorprendió la apuesta de este juego que mezclaba chicas ligeras de ropa, armadas con katanas, con oleadas de zombis. Más allá de su extravagancia, el juego no llegó a tener demasiados seguidores… en esta parte del mundo. En Japón ha tenido varias entregas (casi todas han llegado hasta nosotros) e incluso ha dado el salto a la pantalla, contando con dos películas que, oye, si te gusta el juego, tienen un pase.

Lo último que había llegado a nuestra PS4 era Onee Chanbara Z2 Chaos, una entrega que abandonaba los gráficos estilo cartoon y apostaba por algo más elaborado. No le sentaba nada mal a la franquicia ese cambio y se convertía en un hack n slash bastante competente. Aun así, echábamos de menos la esencia de la saga y Tamsoft, sus desarrolladores habituales, han decidido colmar nuestras peticiones rescatando los dos primeros juegos en un único título, Onee Chanbara Colection. Nosotros lo hemos jugado a conciencia y os contamos nuestras impresiones…

Argumento, Historia, Personajes…

Lo que menos importa en esta saga es, precisamente, su argumento y su historia… y menos mal. Para empezar, porque puede escribirse sin problemas en el margen de un folio y aun nos sobraría espacio. Se trata de una habitual infestación zombi, de esas que ocurren tan frecuentemente en Japón. Aya, la protagonista, decide por alguna misteriosa razón que lo mejor para combatirlos es salir a la calle vestida con un sombrero vaquero, un fular de plumas, unos tacones… y el bikini aquel de hace años que ya se le ha quedado pequeño.

Durante el trascurso de la «aventura» iremos descubriendo la relación que tiene nuestra protagonista con este desastre al tiempo que afrontaremos problemas familiares a golpe de katana. Ya me gustaría ver a esta familia en la cena de Nochebuena. No faltarán las tan habituales sorpresas que, en este tipo de historias japonesas, intentan asombrarnos con alguna trasformación, poder oculto, etc. Es decir, que nuestra protagonista encierra algun que otro secreto. Pero por desgracia la narrativa en este juego es realmente deficiente (y mira que hay poco que contar). Aunque no nos llega traducido ni subtitulado en español, se trata de un inglés sencillo… pero tan mal estructurada está su narrativa que en muchas ocasiones no recuerdas ni adonde vas ni que motivos tienes.

Además, Aya no está sola. Vamos a poder controlar (cuando llegue el momento) a su hermana Saki. Esta, algo más comedida, decide permanecer vestida con el uniforme escolar. No será la única a la que podremos manejar durante el juego… pero eso son extras desbloqueables que os dejamos descubrir a vosotros.

Estilo de juego, Jugabilidad…

Onee Chanbara Origin es un hack n slash al más puro estilo Devil May Cry. A base de superar niveles obtendremos puntos y esferas que iremos canjeando por nuevos combos, además de permitirnos mejorar nuestra barra de vida, nuestra defensa y nuestro ataque. Oleadas de zombis se lanzarán hacia nosotras deseando probar el filo de nuestra espada y, con sus torpes movimientos, serán carnaza fácil. La cosa cambia conforme superamos niveles y nos encontraremos zombis saltarines, de agilidad impropia en alguien a quien le falla su sistema motor… zombis policías que igual te disparan que se protegen con un escudo antidisturbios… zombis a los que solo se les puede dañar con cierto tipo de golpes… y un largo etcétera.

Por supuesto no faltaran los jefes de final de zona… ni de zona intermedia. Los hay de todos los tamaños y formas, sobre todo grotescos y desagradables (nos ha gustado mucho ese bebé gigante en simbiosis con una planta carnívora). Son muy divertidos de combatir y no es complicado memorizar sus rutinas de ataque. Con un poco de práctica, dominaremos letales combos que podremos combinarlos con la evasión y el inevitable parry (ya sabéis, una parada justo en el momento de recibir el golpe… y se lo devolvemos con mucho más poder!)

La sencillez de los combos, que cuenta con tan solo dos botones de ataque (salto, finta y parry a parte), ayuda a que el juego sea divertido y disfrutable. Teniendo en cuenta que se trata de un juego (juegos) de la PS2, el nivel de detalle, colorido y fluidez es más que aceptable.

Gráficos y Banda Sonora…

Los modelados son grandes y se mueven con mucha soltura, pese a que los enemigos más básicos no cuentan con un diseño demasiado elaborado. Casi no importa, porque nuestros ojos estarán atentos a Aya (o a la protagonista que manejemos), y ahí sí que han conseguido suavizar y «modernizar» la carga gráfica, presentando unos personajes con mucho carisma y muchas curvas. El estilo cartoon de los gráficos ayuda a quitar carga dramática y enfatiza el carácter estrafalario y exagerado del título. Es una gran fiesta de sensualidad, violencia y sangre. Esta, incluso llega a salpicar la pantalla.

El tema de los escenarios es muy distinto. Interiores vacíos y tristes donde mobiliario irrompible se acumula en las paredes, repitiendo una y otra vez las mismas mesas, los mismos bancos, las mismas cajas… Dando la sensación de dejadez y restando impacto a los combates. Han concentrado su esfuerzo en la acción y han ido de más a menos: protagonistas, enemigos, entorno.

Las escenas animadas son muy gamberras. Intencionadamente enfocan los pechotes de las protagonistas o de las enemigas y, cuando los encuadres las recogen de cuerpo entero, es porque están haciendo algún tipo de pose. Un exceso que se permite y se entiende en este título, donde todo gira en torno a esa idea de superlativo macarrismo erótico.

Los temas poperos japoneses son muy movidos y acompañan el espíritu del juego, pero llega un momento en el que cansan y bendices esa maravillosa opción que permite bajarle el volumen. Tanto las voces (en inglés o japonés) son más que correctas y bien interpretadas.

Impresiones finales…

Si adquieres este título, ya sabes a lo que vas… y no defrauda. Es una frenética aventura donde la violencia exagerada, el erotismo y la provocación sin venir a cuento y la acción lo dominan todo. Gráficos sencillos pero cumplidores, controles rápidos y evolutivos y personajes con carisma y curvas consiguen hacernos pasar un montón de horas de diversión. Sin ser demasiado complicado, sí hay algunos enemigos que nos harán sudar… y conseguir desvelar los distintos extras que contiene el juego también requerirá que le dediquemos algo más de tiempo. El modo historia nos permite repetir las fases tantas veces como queramos para hacer mejores números y obtener más recompensas.

Así, esta remasterización de los dos primeros Onee Chanbara hará las delicias de los curiosos y amantes de los juegos de acción, de esos hack n slash japoneses que nos hacen disfrutar a golpe de adrenalina… y en este caso con el componente erótico-festivo de sus protagonistas. Chicas en bikini, zombis y katanas… un combo imbatible.

Lo mejor…

  • Las protagonistas y sus modelados
  • Asequible hack n slash
  • Combo de chicas+katanas+zombis. Mejoralo!

Lo peor…

  • Los escenarios están vacíos
  • Algunos enemigos requieren mucha paciencia
  • A 2020, quizá este juego no cumpla tus expectativas

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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