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Crítica: «Werewolf the Apocalypse: Earthblood», los guerreros de Gaia

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Jugabilidad
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La primera adaptación del juego de rol al mundo del videojuego

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La fiebre de los juegos de rol de mesa, esos de papel, lápiz y dados raros, trajo un número ingente de títulos a los que no daba tiempo de exprimir y solo los más carismáticos conseguían mantener un fiel grupo de jugadores. Uno de los géneros más jugado (con permiso de la fantasía medieval) era el del Terror, siendo La llamada de Chtulhu el paradigma. Y dentro de este género, a su vez, surgieron varios títulos que combinaban elementos sobrenaturales y terroríficos con la acción y la aventura. Uno de ellos fue Werewolf the Apocalypse, que sigue vigente a día de hoy con un Universo propio en constante crecimiento.

Es extraño que dicho título se hubiera quedado exclusivamente en el juego de rol de mesa y que hayamos tenido que esperar hasta ahora para poder verlo dar el salto al mundo del videojuego. De ello se han encargado Cyanide Studio y Nacon, exprimiendo el socorrido Unreal Engine 4 para ofrecernos una experiencia visceral, vibrante e intensa que bebe de muchos estilos de juego diferentes y que combina distintas mecánicas.

Gracias a la cortesía de Nacon hemos podido exprimirlo a conciencia antes de su salida al mercado y ahora, que ya ha sido lanzado para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series y PC, vamos a contaros todo. Con pelos y señales. Y sangre, mucha sangre.

Argumento, Historia, Personajes…

Werewolf the Apocalypse Earthblood no tiene piedad con nosotros ya desde el principio. Nos lanza de lleno a la aventura, en medio de un caos argumental que poco a poco se irá desenmarañando. Cierto es que al inicio se nos pone en antecedentes con una de esas buenas cinemáticas que tiene el juego (combinadas con ilustraciones e imágenes reales), pero saber situarnos concretamente en el momento y lugar nos va a costar un poco… hasta que volvamos del exilio.

Vamos a explicarlo. Gaia, la Madre Tierra, está seriamente amenazada por la fuerza destructora conocida como Wyrm. El equilibrio entre ambas se está desmoronando e inclinando a favor del último gracias a las acciones de una multinacional, una empresa que contamina y explota y que oculta un oscuro secreto. Se trata de Endron y de sus planes para obtener un nuevo tipo de energía.

Nosotros encarnamos a Cahal, que forma parte de una de las manadas más activas y combativas de norte América y que está en primera línea… pero unos sucesos determinantes le llevarán a auto-exiliarse. Pasados cinco años Cahal debe volver para intentar compensar el desequilibrio de fuerzas y ayudar a los suyos… y se encontrará con algunos cambios dramáticos que le forzarán a implicarse mucho más de lo que pensaba y que le tocan de manera personal (y familiar)

Como antes apuntaba, nos encontramos con un inicio directo y rápido que evita conectar con los personajes. No será hasta el regreso de Cahal a su tribu que comenzaremos a identificar a cada uno de los secundarios y a sociabilizar con ellos. Con el protagonista pasa lo mismo, pues se trata de un personaje de marcado carácter y con gran historia detrás. Empatizar con él puede costar… pero se logra y con el avanzar del juego llegamos a identificarnos a través de su lucha y sus vivencias. El argumento del juego se encarga de ello.

Estilo de juego, Jugabilidad…

Este título amalgama varios estilos y se aprovecha del sigilo, la exploración, el combate… para formar una personalidad propia. De entre todos es el combate el que se lleva la palma. Pero paso a paso, porque para llegar a ese momento tendremos que hacer algo antes.

Empezamos cada fase en nuestra base (o en la base de otra tribu) desde donde podemos explorar el entorno en unos mapeados limitados y semi abiertos. Aquí, además de conversar con todo tipo de personajes para recopilar información y conocer un poco este mundo, podemos encontrar coleccionables de varios tipos e incluso ayudar a los espíritus guardianes del lugar. Para ello tenemos que acceder a nuestra visión aural, donde se nos mostrarán distintos elementos ocultos: plantas de las que absorber energía para evolucionar a Cahal, localizar espíritus o guiar las almas de amigos caídos.

Una vez que tenemos claro el plan debemos penetrar en las instalaciones de Endron (bien una base para-militar, unos laboratorios, hangares, etc) y decidir como afrontar la misión: con sigilo o con violencia. Aquí viene la gracia del juego: Cahal dispone de tres formas intercambiables. Podemos ir como humano, como lupus (lobo) o como crinos (hombre lobo), teniendo esta última dos versiones: la normal y la mole. Además podemos acceder, si acumulamos furia suficiente, a una forma mayor, más destructora… incluso imparable. Entrando en modo Frenesí.

Con Cahal podemos hacer pocas cosas en estas fases, aunque lo necesitaremos para manipular ordenadores, disparar la ballesta o llamar al ascensor. Si queremos pasar desapercibidos tendremos que recurrir al lupus, que puede meterse por conductos de ventilación y es más difícil de detectar. El modo sigilo queda un poco lastrado por algunas carencias en la IA de los guardias, que a veces no nos ven aunque estemos al lado… o nos detectan desde la otra punta de la sala. De todas formas poco vamos a usar el modo sigilo, porque la chicha del juego está en el combate.

Efectivamente, vamos a desear que nos descubran… porque entonces podemos activar la forma crinos y desatar el caos. A zarpazo limpio, a pisotón o mordisco, podemos destrozar a los enemigos y destruir todo el entorno. Al principio nos enfrentaremos a humanos, pero os podéis imaginar que se irá complicando con la llegada de fuerzas de élite, soldados mutados, exoesqueletos… y esos enemigos de final de fase (o media fase) que nos pondrán en más de un apuro.

Gráficos y Banda Sonora…

A nadie sorprende ya lo que puede dar de si este motor gráfico. Las formas salvajes y monstruosas son las que más se benefician de ello y el aspecto bestial y feroz queda muy bien representado. Los escenarios de exploración tienen una carga gráfica más realista y con más elementos, dotándolos de más personalidad y solidez que los siguientes, donde se desarrollan los combates. Y es normal, pues ahí todo es «destrozable» y la cantidad de enemigos en pantalla es numerosa, cada uno con su particular ataque y, llegados a cierto punto explosiones, disparos, gases, embestidas… se conjugan en el frenesí de la pelea.

En los enemigos finales y las cinemáticas encontramos también el esmero de Cyanide por trasladar tanto a los personajes del juego como su universo y ambientación. Es, en definitiva, una labor gráfica meritoria y destacable en un título doble A como es este.

El apartado sonoro está muy logrado y no hay nada que achacar, con unos efectos de combate sobresalientes en los que destacan, como no, los rugidos de uno y las explosiones y disparos provocadas por otros. Las voces en inglés (con subtítulos en castellano) son también más que correctas y presentan pocos fallos en cuanto a la sincronización. Mención aparte en este apartado a la música que acompaña el juego, destacando el brutal Metal que ayuda a que los combates sean todavía más salvajes y que, con el «golpe final» a cámara lenta y con un plano más cercano, llega a su crescendo. Incluso desde la misma pantalla de menús o la pantalla de carga nos anuncian la caña musical que nos espera.

Impresiones finales…

Werewolf the Apocalypse Earthblood es un título salvaje y brutal que basa su diversión en las masacres que provoca nuestro personaje. Con unos sencillos combos y con una buena variedad de ataques y formas… combinada con multitud de enemigos a batir, se convierte en un beat em up de nueva generación. Sin embargo es mucho más, con todas las posibilidades que ofrece… y que no llega a explotarlas de la misma forma.

Sin duda encantará a los fieles de este universo rolero, pues lo traslada con fidelidad a la pantalla, pero puede requerir algo más de paciencia en los que no conozcan el juego. Una vez superada esa traba, la historia llena de giros y sorpresas dramáticas, además de su mensaje ecologista, les puede enganchar. Y ojalá sea así, para que el regreso de Cahal sea en un título triple A y dé mucho más. Este universo y este título puede hacerlo.

Lo mejor

  • Combates sangrientos y variados
  • Un mundo muy profundo detrás
  • La historia llena de drama y giros

Lo peor

  • La IA de los guardias
  • Los mapas de exploración podían ser mayores
  • lo poco útil que es la forma humana de Cahal en ocasiones

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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