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Crítica: «The Centennial Case: A Shijima Story» jugando a Sherlock en el país del Sol Naciente

Lo reconozco, soy un fan acérrimo de Square Enix. Siempre lo he sido y lo seguiré siendo. Recientemente lo he gozado con el Dragon Quest XI, el Guardians of the Galaxy (impresionante) o el reciente relanzamiento de Chrono Chross: the radical dreamers edition. Pero es que ahora ha llegado este The Centennial Case: A Shijima Story y no puedo más que quitarme el sombrero.

Square Enix y h.a.n.d nos sorprenden con un titulazo súper atípico y muy muy divertido. Un juego FMV (Full motion video) rodado a modo de película donde un elenco impresionante de actores y actrices nipones nos hacen adentrarnos en una increíble historia repleta de suspense. Para que os hagáis una idea, puede parecer que The Centennial Case es un juego de «elige tu propia aventura» en la línea de las creaciones de Quantic Dream o Telltale, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de una suerte de película interactiva de corte detectivesco al más puro estilo de los CDs interactivos que disfrutábamos en los 90 en la Philips CD-i o la Mega-CD de Sega (también recuerda a los recientes experimentos interactivos de Netflix). Una compleja producción rodada con todo lujo de detalles, un elenco excepcional (que incluso interpreta diversos papeles, la seiyuu Nanami Sakuraba por ejemplo interpreta a Haruka Kagami pero también a la joven Yoshino Mishima del pasado) y una cinematografía exquisita.

¿De qué va?

La historia nos adentra en la vida de una joven novelista, Haruka Kagami, que ha triunfado con su saga de novelas de misterio y que es invitada por su amigo Eiji a una ceremonia familiar de sucesión de los más extraordinario. No hace mucho que, además, junto al cerezo familiar en el que se realiza la susodicha ceremonia, se descubrieron los restos de un ser humano. Eiji, que confía en las dotes detectivescas y la intuición de Haruka, le pide que le ayude a resolver el misterio del cadaver, relacionado con una larga tradición familiar de los Shijima rodeada por el misterio y donde tiene gran importancia el Tokijiku, una fruta de la eterna juventud propiedad de los Shijima.

Pero la cosa no queda aquí, en la mansión de los Shijima en pleno año 2022, sino que la trama nos hará recorrer el último siglo de historia de la familia así como del país del Sol Naciente. ¿Cómo? A través de diversos casos de asesinatos entrelazados con la narrativa principal, que ocurrieron en el pasado y que hemos de resolver, flashback mediante. Todo ello genialmente hilado, por cierto.

¿Cómo se juega?

La mecánica de juego es simple. En primer lugar somos espectadores de la historia, pero poco a poco, se nos va dando poder para tomar decisiones, grabarnos pistas en la mente (no os preocupéis si se os pasa algo, que siempre podemos pausar o rebobinar) y, finalmente, con cada nueva muerte y para concluir cada episodio, entramos en la fase de hipótesis, donde hemos de convertirnos en una suerte de Poirot o Sherlock y comenzar a poner todas las piezas en su lugar, completando el puzzle con las pistas captadas para realizar nuestras pesquisas y resolver así en la fase final el asesinato. Al principio será sencillo, pero con cada caso, las cosas se van complicando. Las pistas son más complejas, habrá mcguffins que nos despisten, e incluso en el momento de usar el dedo acusador para apuntar al supuesto asesino o asesina (lo mejor del juego), puede que el personaje en cuestión rebata nuestra teoría, haciéndonos tener que descifrar más enigmas (o jugárnosla) para ganar la batalla dialéctica y tirar por tierra su defensa.

Aunque es inevitable equivocarse de vez en cuando, situación en la cual disfrutaremos de una escena normalmente humorística donde los personajes dejan a la altura del betún nuestras habilidades como investigador.

Elemental, querido Watson…

La fase de la hipótesis es quizás la más compleja. Tediosa, dicen algunos, pero se lo perdonamos. Llegados a este punto, parece más un juego de mesa que un videojuego, donde hemos de recolectar todas las pistas que han ido surgiendo y vincularlas a posibles cuestiones para ir trazando un boceto de lo que creemos que ha ocurrido. Es algo tedioso, pero al final le coges el truco y el gustillo a estos momentos (yo me sentía un poco Angela Lansbury).

And the killer is…

Y por supuesto, si lo hacemos bien e incriminamos al auténtico asesino, tras los momentos de tensión, llega la revelación y la declaración de culpabilidad al más puro estilo Scooby Doo. De hecho gran parte del éxito cosechado por este título es responsabilidad de los formidables actores y actrices que interpretan los papeles, que si bien nos pueden parecer algo sobreactuados en ocasiones, para quienes estamos hechos al tempo y la interpretación nipona (por cierto, mola escucharlo en VO en japonés mil veces más que doblado al inglés), nos resulta la mar de natural. Es una locura verles encarnar distintos personajes en las diversas historietas a lo largo de los años, cambiando radicalmente el modo de actuar y haciéndonos gozarlo de lo lindo. Y al hilo de esto, es una maravilla cómo conectan cada una de las historias, siendo cada caso independiente del resto pero aportando todos ellos al caso principal que acontece en el presente.

En definitiva:

Square Enix nos ha sorprendido con un juegazo fuera de lo común y único, que no debe pasar desapercibido. Si os gusta Agatha Christie, si disfrutasteis de títulos como Detective Pikachu o Ace Attorney. Si sois de los que os picáis en una Escape Room. Si adoráis los librojuegos y de las pelis interactivas, The Centennial Case: A Shijima Story es un must en vuestra estantería. Además no tenéis excusa, porque podéis disfrutarlo en PS4, PS5, NINTENDO SWITCH, e incluso STEAM.



Dandan_Friki Pills

Dani Collado. Comunicólogo. Replicante mentalmente divergente. Leo cómics en mi TARDIS. I ? books, sci-fi, dinosaurs ? & cheesecake. Friki 24/7.

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