Reportajes de cómics

Reportaje: «Jack Kirby. 1917-1994. El Rey entre papeles»

La figura de Kirby es conocida ampliamente por los aficionados al cómic, y se dividen entre los que le adoran incondicionalmente y entre los que consideran que su aportación, sin dejar de ser importante, no hubiera sido tan definitiva de no mediar terceros en sus creaciones. Desgraciadamente la mayoría, la inmesísima mayoría, de nuevos seguidores de los superhéroes (sobre todo gracias a sus versiones cinematográficas) desconoce quien fue este creador. Acostumbrados a ver a un viejo simpático haciendo cameos, ya todos saben que ese sonriente anciano es Stan Lee… ¿pero quién se acuerda de Kirby? Sin él, seguramente Lee no aparecería en esas escenas y, posiblemente, ni siquiera existiría Thor, Capitán América ni los 4 Fantásticos.

Jack Kirby nació el 28 de Agosto de 1917, bajo el nombre de Jacob Kurtzberg (Jack Kirby sería el último de una larga lista de pseudónimos que posteriormente usaría en sus trabajos). Sus padres, Rose y Benjamin, eran inmigrantes judíos de procedencia austriaca que malvivían en Lower East Side neoyorkino. Una época dura y un barrio todavía más duro hicieron de la infancia del pequeño Jacob una continua pelea, una prueba contínua, para conseguir comida y para salir ileso de las peleas callejeras que se producían entre los distintos grupos de inmigrantes. Su gran afición al cine y las historias que su madre le narraba (basadas en las leyendas religiosas heredadas de su cultura) alentaron su imaginación. Pronto descubrió que se le daba muy bien el dibujo… y le encantaba. Trazaba sus sorprendentes trazos en cada papel que caía en sus manos: servilletas, papel usado, etc. Y decidió que bien podía ganarse la vida con este arte que tan bien se le daba y tanto le gustaba, pues las tiras cómicas de los periódicos llevaban años triunfando entre el público (él mismo era un ávido lector de cada una de ellas que caía en sus manos, sobre todo de las aventuras de Flash Gordon, de Alex Raymond)

El pequeño Jacob con sus padres
El pequeño Jacob con sus padres

Se matriculó en el prestigioso Instituto Pratt… de donde se marchó la misma tarde de su primer día! Lo que a él (y a su familia) le interesaba era ganar dinero, por lo que comenzó a mandar muestras de su trabajo a todos los diarios de la ciudad, grandes y pequeños… y de todos fue rechazado. Encontró hueco en los estudios Max Fleisher, colaborando en las series animadas de Popeye y Betty Boop, de donde se marcharía cuando problemas de liquidez en la empresa (y en el sector) amenazasen las nóminas de los empleados. Tras esto estuvo tres años dibujando tiras de prensa y caricaturas en el Lincoln Newspaper, experimentando con distintos estilos y usando varios pseudónimos. Durante este período colaboró en el estudio de Will Eisner y Jerry Iger, para los que dibujó tiras de prensa (entre ellas su primer Western, Wilton of the West).

Pero su primer contacto con la creación de superhéroes se produjo con su llegada a Fox Feature Syndicate, donde realizó tiras de la estrella de la editorial, Blue Beetle. Contento con su trabajo, Victor Fox le facilitó su propia mesa de trabajo y comenzó atrabajar con artistas de la talla de Bill Everett (creador de Namor) y del que sería su compañero y amigo durante gran parte de su vida profesional: Joe Simon.

Simon y Kirby fueron contratados por Martin Goodman para su editorial Timely (futura Atlas y futura Marvel), proponiéndoles la creación de nuevos superhéroes que acompañaran a sus estrellas del momento: Antorcha Humana y Namor. Así, crearon personajes tales como Hurricane, Red Raven, the Vision, Tuk the cave-boy… Pero la sensación llegó con la creación del Capitán América. Ante la amenaza del nacional-socialismo alemán, que ya ocupaba gran parte de europa, y sus manifiestos sentimientos antisemitas (recordemos que Simon, Kirby y Goodman eran judíos), se les ocurrió crear un personaje que luchase contra aquella amenaza nazi, como buena parte de la población estadounidense pedía.

Con fecha de portada Marzo de 1941, Captain America Adventures fue un rotundo éxito. Simon y Kirby presentaban un héroe puro americano enfrentándose a las primeras líneas nazis, encarnadas en el malévolo Craneo Rojo. Ya en su primer número asistimos a la transformación de Steve Rogers y a la aparición de Bucky. La gran fama adquirida por el cómic hizo que el trabajo de sus creadores se multiplicara, incluso estaban dispuestos a iniciar una serie paralela protagonizada por Bucky, llamada Young Allies. Pero el reparto de las ganancias que generaba esta mina de oro con escudo no era equitativa y, sus autores, sintiéndose estafados, decidieron abandonar la editorial.

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La notoriedad obtenida con el Capitán América les abrió las puertas de otra poderosa editorial, la National (posteriormente DC), poseedora de personajes tan importantes como Superman, Batman… Y donde pudieron disfrutar de su propio estudio a cambio de una frenética producción exigida por los editores. Sin embargo, Simon y Kirby iban un poco a su aire y reescribían aquello que les llegaba y no les gustaba… como Sandman o Manhunter. Pero el éxito aquí les llegó con dos series de creación propia: The Newsboy Legion y The Boy Commandos. Mezclando elementos bélicos con otros de corte superheróico. Desgraciadamente el genio en ascenso de esta etapa se vio bruscamente cortado cuando ambos autores fueron reclutados para luchar en la Segunda Guerra Mundial.

Mientras Joe Simon permanecía sirviendo a su país sin dejar su patria, el infortunio de Kirby  le llevó a servir en primeros puestos de infantería, bajo el mando del General Patton. En 1945 regresó a EE.UU. con dos estrellas de combate y con los pies a punto de ser amputados por congelación (algo de lo que, afortunadamente, se recuperó).

De nuevo juntos, Simon y Kirby entraron a trabajar para Harvey Comics Company (para la que, entre otras, realizaron cómics experimentales en 3 dimensiones como Captain 3-D) y para Hillman Publications, realizando series de muy diversos géneros, entre los que destacan las historias románticas no exentas de picardía. Los superhéroes ya no estaban de moda y debían adaptarse al devenir de los tiempos. Por fin fundaron su propia editorial: Mainline Publications, donde dieron rienda suelta a su creatividad y contrataron a otros artistas que luego forjarían su propia leyenda, como Carmine Infantino. La crisis del cómic golpeó con dureza a todas las editoriales, el puritanismo y la mojigatería estadounidense se cebaban en todos los campos artísticos y, el cómic, no quedó aparte. Simon y Kirby se vieron obligados a cerrar Mainline y buscarse salidas alternativas. El mundo de las tiras de prensa, siempre activo, fue la salvación de nuestro autor, pero el camino común que había iniciado con Simon comenzó a separarse y solo trabajarían ya de forma puntual y anecdótica.

El auge del cómic romántico
El auge del cómic romántico

Kirby volvía a triunfar. Las tiras de prensa eran ahora su campo de batalla y recaló finalmente en DC Comics, para los que colaboró en Green Arrow, House of Mystery y realizó Challengers of the Unknown, además de volver a trabajar con Simon en los primeros números de The Fly y The Double Life of the Private Strong. Trabajó en paralelo con Atlas (a punto de convertirse ya en Marvel) y realizó para DC la memorable tira Sky Masters, entintada por Wally Wood. De nuevo, el éxito de la publicación no se plasmaba en ganancias para Kirby, que apostó por demandar a sus editores. Demanda que perdió miserablemente al haber aceptado y firmado de manera previa unas condiciones desfaborables.

Kirby volvió a recalar en Timely/Atlas/Marvel... realizando cómics de ciencia-ficción, en los que monstruos alieníjenas y gigantescos llegaban a nuestro planeta siempre con intenciones violentas y afán de conquista. También se empleó a fondo en el dibujo de series western, como Rawhide Kid y Two Gun Kid. Pero la industria, que se estaba recuperando ligeramente, necesitaba un nuevo revulsivo para volver a conquistar cifras millonarias de ventas. Eso sucedió a partir de 1961. Cuando Stan Lee y Jack Kirby fundieron sus inventivas y generaron la que sería la primera de muchas colecciones de superhéroes, Los 4 Fantáticos, que inauguraban la Edad de Plata del cómic.

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A partir de aquí se produce un estallido de creatividad del que aun se discute que tanto por cien se merece Stan Lee y cual se le atribuye a Kirby. Discusión que permaneció e, incluso, se recrudeció, hasta el final de la vida de Kirby (o hasta nuestros días, con las demandas continuadas por los herederos y a las que Disney a consolado con acuerdos económicos). Nacen personajes como Hulk, Thor, Iron man, se rescata al capitán América, se forman los Vengadores, Spiderman, la Patrulla-X, Nick Furia… y en esas páginas aparecen secundarios de lujo como Pantera Negra, Los Inhumanos, Dr. Muerte, Estela Plateada, el panteón nórdico al completo, Magneto, Galactus… Trabajo febril y continuo y malestar en las oficinas de Marvel llevaron a Kirby a trasladarse a California y mandaba desde allí sus trabajos para que fueran entintados. En 1970 saltó la noticia de la dimisión de Kirby, abandonando la colección de los 4 fantásticos tras más de cien números ininterrumpidos. La compra de Marvel por un conglomerado empresarial fue el detonante definitivo para su marcha, pues aquella editorial a la que él tanto había contribuido a reflotar solo tenía parabienes con Stan Lee y trataba a Kirby y al resto de dibujantes ya no como artistas, sino como mano de obra industrial.

Su antiguo empleado, Carmine Infantino, era director editorial de DC y no se pensó el contratar al talentoso autor e incorporarlo a sus filas. Fue contratado como editor, guionista y dibujante, con plenos poderes sobre sus creaciones, algo que Kirby siempre había soñado. Así comenzó con uno de sus proyectos más personales: El Cuarto Mundo. Cuatro series interconectadas por personajes o eventos con las que Kirby manifestó su particular visión del cómic, mezcla acción superheróica, mezcla mitología, mezcla personajes imposibles… Superman pal’s Jimmy Olsen (donde encontramos unos dibujos retocados e irreconocibles, pues las altas esferas de la editorial no querían ver el rostro de Superman dibujado por Kirby y se lo encargaban a segundos dibujantes, que seguramente retocaban más partes del héroe, dadas las grandes diferencias de estilo), Forever people, Mr. Miracle (colección en la que se permitió parodiar a sus antiguos compañeros en Marvel) y New Gods. Estas fueron las series que componen El Cuarto Mundo y que, si bien generaron buena cantidad de personajes que ha día de hoy siguen estando vigentes, no gozaron de la aceptación esperada por el público y fueron rápidamente cerradas.

El Cuarto Mundo... Kirby desatado
El Cuarto Mundo… Kirby desatado

Lejos de abandonar, comenzó la realización de nuevas series. El cómic bélico Our Fighting Forces, donde narraba experiencias personales en la guerra y tres aunténticas locuras, plenas de aventuras, misterio y ciencia-ficción: Kamandi, Demon y OMAC. De todas ellas Kamandi sería la más longeva, superando la cuarentena de números, y personajes como demon y Omac, han sido rescatados con posterioridad por autores como Neil Gaiman.

Pero Kirby no renovó contrato con DC y, misteriosamente, volvió a trabajar en Marvel. En 1975 se puso al frente de su querido Capitán América, con plenos poderes creativos. También realizó la serie de la Pantera Negra, una serie sobre la película 2001, las primeras aventuras del Hombre Máquina, El Dinosaurio Diabólico y su aclamada Los Eternos. Jack Kirby tuvo un serio problema: no respetó la continuidad de los personajes, que parecían habitar un periodo existencial distinto al resto del universo Marvel. Esto eliminó la coherencia de sus series y argumentalmente supuso un serio retroceso que el grueso de los fans no perdonó. Siempre había lectores rendidos a la genialidad de Kirby, pero no eran parte de esa mayoría de lectores que habían seguido una larga continuidad con sus personajes… solo para ver como era totalmente ignorada y suplantada por conceptos arcaicos. Los Esternos sí fue bien acogido, aunque la serie fue dejada a medias, en su número 19, sin concluir una trama elaborada e interesante que había comenzado desde su primer número. Tras la marcha de Kirby en 1978 otros autores acabaron esa saga (Eternos/Celestiales) pero en las páginas de otra colección: Thor.

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Kirby participó con la CIA, realizando los storyboards para la ficticia película Argo, y poder entrar en Irán para rescatar a rehenes americanos

Los últimos años de Kirby se dividieron entre un tibio acercamiento a la industria de la animación (colaborando aun con Marvel) y una serie de colecciones o participaciones esporádicas en varias compañías… Captain Victory, Destroyer Duck, Super powers… pero con un Kirby ya anciano y corto de vista.

El 6 de febrero de 1994 falleció por una insuficiencia cardíaca. Nos dejó uno de los más sólidos e imaginativos autores que la industria del cómic haya generado jamás. Su viuda, Rosalin, que recibió una pensión vitalicia de Marvel, aseguró que viviría eternamente para conseguir arruinar a la editorial que tanto maltrató a su esposo. Desgraciadamente falleció a los dos años sin poder cumplir su amenaza.

No hemos de quedarnos con estos detalles negativos, fruto de una dilatada trayectoria artística y productiva que, como es habitual en esta industria, siempre generan problemas asuntos como los derechos de autor y la división justa de dividendos. Nos quedamos con el agradecimiento y el recuerdo eterno a un genio que nos sigue regalando momentos inolvidables a través de esos extraños mundos que nos legó.

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Podéis escuchar también nuestro podcast, Hello Friki Podcast Especial Jack Kirby, donde comentamos muchísimas cosas más sobre este genio!

 

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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