Crítica: «Caballero Luna. De entre los muertos». Claroscuros lunares.

Una de las series renovadas y relanzadas bajo el sello All-New Marvel NOW! que esperaba con más ganas era precisamente esta «nueva» visión que del Caballero Luna nos presenta el genial Warren Ellis. Quizá sea por esa ilusión que, una vez acabada la lectura del primer arco argumental, me he quedado con la impresión de que algo ha fallado, algo ha quedado a medias y no ha sido rematado… ni tan siquiera canalizado.

Este tomo publicado por Panini, subtitulado De Entre los Muertos, recoge los seis primeros números del volumen 7 de la serie Moon Knight. Precisamente los guionizados por británico Warren Ellis, al que ya todos conocemos por obras del calibre de Authority, Planetary, Transmetropolitan, Astonishing X-Men… y por esa corta estancia en Secret Avengers, en donde ya experimento con este tipo de historias y, en concreto, con este personaje.

En el primer número ya nos quedan perfectamente aclarada la estructura que Ellis va a seguir en cada episodio: historias autoconclusivas, de corte oscuro y detectivesco, algo alejadas del elemento «superheróico» y más centradas en temas policiales, nocturnos, asesinatos en callejones, psicópatas, etc. Caballero Luna pasa a ser conocido por Sr. Luna y tiene contacto con el comisario Flint, con el que mantiene una relación forzada y forzosa, de simbiósis: Sr. Luna ayuda a desentrañar los misterios que asolan las calles durante la noche y Flint retiene a los cuerpos policiales que ven en el extraño personaje una posible amenaza. Para mi gusto, recuerda demasiado a Batman/Gordon.

Caballero Luna prescinde del característico traje (excepto en contadas ocasiones, pues es un traje de batalla y para esos momentos lo reserva), y aparece completamente vestido de blanco, con traje de corte formal y la cabeza cubierta por una máscara (una bolsa) blanca. Ya lo vimos así en aquellos números de Vengadores Secretos… pero ahora se le da un nuevo sentido a su vestimenta: lo que él quiere es que le vean, que le vean desde lejos… que los enemigos sepan que se acerca… y que echen a correr. Maravilloso el capítulo 5, donde este concepto del miedo es tratado por parte de los autores. Tenemos a un Caballero Luna entrando en un edificio tomado por delincuentes… ¿Para qué usar la discreción y ampararse en la oscuridad de la noche? Nuestro héroe entra tranquilamente, avisando… y por la puerta principal. Podéis entender así el nuevo concepto de personalidad del que Ellis imbuye al personaje. Caballero Luna se cree inmortal, invencible…

Ese es otro aspecto que me ha gustado… Marc Spector ya no es una persona con problemas mentales, con personalidad múltiple o, como aquí lo llaman, trastorno de personalidad disociativa. Ahora, Marc Spector, simplemente no existe… Todas sus personalidades son irreales. En su origen, Marc Spector murió, su mente fue colonizada por una entidad superior ultraterrestre: Khonsu, encargada de vengar a los que son atacados en la noche. Un concepto muy interesante que, desgraciadamente, no es explorado en el resto de la obra más que en breves momentos. Lástima.

Como decía antes, cada episodio es una historia autoconclusiva. De corte dinámico y, a veces, experimental, gracias también al elegante dibujo de Declan Shalvey, muy adecuado al tipo de historia, al personaje y, sobre todo, brillantemente coordinado con Ellis. Con Caballero Luna (o Sr. Luna) vamos a descender a esos callejones sucios y abandonados de Nueva York y vamos a enfrentarnos a psicópatas y asesinos desequilibrados. No faltarán las amenazas paranormales (buen episodio aquel en el que Luna debe enfrentarse a entidades ectoplasmáticas) ni, por supuesto, los conflictos derivados de una personalidad tan inestable como la de nuestro querido Marc Spector. Desgraciadamente este elemento no está suficientemente explotado (ni explorado) y se echa en falta. Da la impresión de que esa estructura de un episodio/una historia, juega en contra de una narración continuada que sí hubiera favorecido una mayor profundidad en el análisis del personaje. Es tan interesante lo que Ellis plantea en el primer número… que decepciona el hecho de que no vuelva apenas a tratarlo.

Esperemos que la llegada a la colección de otro genio como es Brian Wood logre esclarecer y desvelar lo que Ellis simplemente sugiere. Y, aunque realmente esperaba más de esta nueva andadura de Caballero Luna, las incógnitas que han quedado abiertas son tan interesantes que me hacen esperar el segundo volumen con las mismas ganas que esperaba este primero.