Crítica: «Conan, la Leyenda. Integral 1», a la altura del clásico.

Kurt Busiek es uno de esos escritores que casi nunca defrauda y que tiene tras de sí una extensa trayectoria de éxitos en todos los géneros e incluso formatos. Ha dejado su impronta en DC, Marvel, Valiant… con sagas inolvidables en Los Vengadores, Thunderbolts, JLA y su ya multipremiado y reconocido Astro City. Y cuando Dark Horse se hizo con los derechos de publicación del bárbaro cimmerio él fue uno de los autores que firmaron para relanzar al personaje bajo el paraguas de la nueva editorial.

Aunque los últimos años en Marvel fueron un tanto erráticos para la colección del bárbaro, las aventuras publicadas allí se han convertido en un cómic de culto y han lanzado al personaje al firmamento de los considerados míticos. Sin duda, el artífice de esto fue Roy Thomas. Sin menos valorar el trabajo de artistas de talla innegable, como Buscema o Windsor-Smith, Roy Thomas fue el máximo responsable de tamaño éxito. Por eso la papeleta que tenía Dark Horse no era pequeña. La saga de Thomas era el baremo con el que todos iban a medir las nuevas series de Conan.

Dark Horse puso todo su empeño, eso hay que aceptarlo. Basta un repaso a los nombres de los autores fichados para ese fin y a fe que el resultado no fue malo. No solo consiguieron actualizar el cómic del bárbaro sin traicionar sus orígenes, sino que ofrecían nuevas perspectivas sin caer en el recurso fácil de la sobreexplotación a la que tan acostumbrados nos tienen otras editoriales de más renombre.

Conan the Legend fue el nombre con el que se inició esta colección de 50 números de la que se encargaría Kurt Busiek, y con ella repasaría los momentos más importantes en la vida del cimmerio por orden cronológico, siguiendo con cierta fidelidad las novelas e incorporando elementos propios que, de manera fabulosa, no solo encajan muy bien, sino que enriquecen la lectura y la historia contada de forma progresiva.

Este primer tomo reúne los 14 primeros números de la serie (además del número 0) o, lo que es lo mismo, los tres primeros retapados. Planeta Cómic se lanza así a la publicación en formato integral de la serie, en 4 tomos de lujo y con material extra. Bocetos, originales, artículos… una galería de material complementario de gran valor y de alto interés, repasando no solo la figura del creador, Howard, sino del movimiento cultural pop en el que se movía… además de su obra, en concreto y como es natural, del cimmerio.

A nivel argumental disfrutamos de tres arcos bien diferenciados que siguen de manera cronológica las aventuras de Conan. Empezamos por su nacimiento y su infancia, repleta de sucesos y aventuras que irán formando el carácter del personaje. En ese aspecto, cuenta como Conan nace en medio de un combate, en pleno campo de batalla, y como este singular acontecimiento será rememorado constantemente por todos, recordándoselo a Conan en todo momento… y empujando de esa forma que se crease su personalidad guerrera, dura y valiente.

El paso por su juventud y una especie de prueba de fuego marcarán el final del primer arco argumental y nos llevará de forma natural al siguiente. Conan quiere saber qué hay más allá de los agrestes y salvajes yermos helados de Cimmeria. Las leyendas y narraciones escuchadas a la luz de la hoguera, de boca de su abuelo, avivan sus ansias de viajar y vivir superando los límites de su territorio natal. Esto le llevará a pactar con los Vanires y luchar a su lado… y Kurt Busiek aprovecha para introducir su versión del clásico La Hija del Gigante Helado. Como vemos, los autores van a mezclar relatos clásicos con otros de su cosecha o libres versiones. Y sin desvelar mucho más, me detengo brevemente en el arco final. Comienza como una historia detectivesca, estilo Agatha Christie, en la que Conan se verá envuelto sin querer en un misterioso asesinato… para desembocar en una frenética aventura con tintes de terror Lovecraftiano en la que las alianzas y las traiciones se entremezclan. Y en la que se forja la enemistad envenenada con uno de sus más temibles enemigos.

Y todo esto contado con un guión actual que, asombroso, no traiciona el estilo propio del género. Busiek consigue algo que parecía descartado… no convertirse en otro imitador de Roy Thomas, que a su vez acercaba su prosa a los relatos originales de Howard. Busiek logra impregnar la obra con su estilo propio y, aunque al principio nos encontremos algo desubicados, pronto entramos en su juego. Solamente el inicio, esa manera de insertar en esta epopeya el conocido «Has de saber, oh, principe…» ya es para hacerle la ola.

En el apartado gráfico tenemos a un contundente Cary Nord. De estilo sucio y rudo, parco en detalles y de pocas florituras impregna cada página de violencia y fuerza bruta primaria. Personalmente echo algo en falta más detalle en los retratos y más elaboración en los fondos, pero sin duda me marca la influencia absorbida por las múltiples lecturas de los cómics clásicos de Conan. Esto es otra cosa y como actualización funciona. Y queda manifiesto en las bestiales imágenes congeladas que Nord nos regala cuando Conan sesga o rebana a los enemigos (mirad si no las fantásticas ilustraciones que acompañan estos párrafos). Impactante y efectivo, ambos adjetivos están aquí por un tercer elemento indispensable para este resultado final: el color. Dave Stewart pone todo su oficio en terminar de perfeccionar cada página y nos traslada a la era hyboria sin ningún problema. El resto de dibujantes que colabora no se queda atrás en su trabajo, pero la labor de Nord predomina sobre los demás y el tándem que forma con Stewart es insuperable.

En definitiva, el mejor Conan desde los clásicos de Thomas, sin lugar a dudas. Una serie más que aconsejable para los lectores seguidores del bárbaro y, cosa excepcional, para todos aquellos que quieran acercarse al personaje por primera vez. Calidad tiene de sobra y está a la altura del mito.

• Conan. La Leyenda Integral 1. Planeta Cómic
• edición original. Conan the Legend 0, 1 y 2. Dark Horse.
• cartoné. 504 pp. color. 30 €