Críticas de cómics

Crítica: “ Green Lantern/Green Arrow”. Greenpeace.

Resumen de la Crítica

General
Guión
Dibujo
Personajes
Historia
Edición

¡Olvídate de patrullar por la galaxia y piensa en los Estados Unidos de América!

La obra puso el dedo en la llaga a una serie de momentos inéditos en el género. Tras ella, el futuro se encargó de hacer evolucionar el concepto, pero la piedra roseta es esta.

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No es tanto que los episodios abarquen temas de actualidad vigentes a día de hoy como que los protagonistas se enfrenten a la vida como adversaria imposible, donde radica la trascendencia de esta recopilación en la historia del género superheroico. Los veteranos, si no la conocen llevan toda su vida leyendo y oyendo sus exquisiteces y están amortizados. Si no se han metido ya, o no les interesa o las tienen en la pila de pendientes de la que tarde o temprano caerá. Me dirijo por tanto a los escépticos o desconocedores, a los que huyen de lo retro o a los que se han aproximado recientemente al medio pero tienen curiosidad por joyas de la antigüedad. Tampoco me refiero a algo del Nuevo Testamento, pero contando ya con casi cincuenta años de vida está a punto de ser un vejete. Pero un viejales en plena forma con más salud que la suma de un puñado de adolescentes sedentarios. No hay más que comprobar que continuamente se está reeditando en ediciones conmemorativas o especiales.

Si apuntaba que el enemigo real de Hal y Oliver es la vida no es postureo. Realmente los frentes y problemas por resolver son los momentos cotidianos que ponen en conflicto a una o más personas. Lo mismo con las injusticias y desigualdades sin olvidar el racismo, el capitalismo sin límites y la ignorancia voluntaria. Pero lo brillante no sólo es la crítica social en un momento histórico determinado. Eso se ha visto muchas veces incluso en la nueva forma de contar historias del género mediante metáforas enfundadas en pijamas a partir de los sesenta. Sino el enfoque de estas cuestiones desde dos puntos de vista opuestos y en los contrastes a través de dos sujetos que sólo están unidos por formar parte de una sociedad de justicieros. Eso es lo único que tienen en común, la gracia radica en que tiene la suficiente solidez que les permite resolver correctamente cualquier roce o fricción por su distinta forma de pensar. Ahí es donde creo yo cobra especial relevancia esta obra. Contemplándola en perspectiva debió de hacer sentir bien a sus lectores contemporáneos. Y no por la genialidad de sus tramas, sino porque comprobaban que estaban ante algo histórico, que se les trataban como adultos y que demostraba que el cómic tenía el suficiente peso artístico como para denunciar y contar circunstancias reales por muy dolorosas que fueran.

Green Lantern, más iluso que su socio, pone voz al héroe con venda en los ojos. El que se sorprende de los problemas de la sociedad como si nunca hubiera visto un telediario. Representa al súper que no ve más allá de la amenaza global porque cree que lo demás funciona. Al que le escriben historias de evasión precisamente porque es su vocación intrínseca. Y es lógico teniendo en cuenta que el objetivo de este tipo de cómic es el entretenimiento directo y momentáneo. Cuando se empiezan a subrayar acontecimientos realistas a su alrededor comprueban que no encajan. Al verlo todo en blanco y negro, Jordan se encuentra perdido en los grises, que es precisamente el color de la vida. Green Arrow, el único que conoce el Matrix en que se desenvuelven los superhéroes, es el encargado de presentarle la verdadera realidad fuera de su entorno fantástico de confort. El que levanta el velo. A través de sus guiones, O´Neil le convierte en su portavoz para demostrar a todo el mundo que mediante estos coloridos personajes se pueden contar historias de alto calado humano desmontando el arquetipo superheroico.

Nos estamos refiriendo a que las amenazas no pueden ser neutralizadas por un anillo de luz o un arco y sus flechas. Sino a través de enmiendas, de reformas legislativas, de debates parlamentarios, de denuncias y de mediaciones. La lacra de la droga, los desahucios desproporcionados, la superpoblación, la esclavitud, el surgimiento de movimientos supremacistas, la contaminación medioambiental, la intolerancia racial y étnica, la venganza incontrolada y salvaje. Esos son los temas a debate. Al enfocar el conflicto a su manera, los dos participantes obligan al lector a posicionarse en uno u otro lado, o en un tercero, el suyo propio. Sobre todo cuando Canario Negro hace entrada extendiendo las reflexiones a nuevos planteamientos. Sin olvidar el Guardian que les acompaña quien se posiciona como el extraño al que hay que vender que la humanidad merece la pena a pesar de lo que ve día a día. Con sus reflexiones y discursos invitan al lector a plantearse interesantes dilemas morales. Y no se queda ahí, también hace un brillante análisis en las reacciones de uno y otro en relación a su amistad según los distintos conflictos. La frustración constante de Green Arrow se mide al análisis frío y reflexivo de Green Lantern ante la asunción de la imposibilidad de salvar a todo el mundo en todo momento. Las tensiones y discusiones de ambos amplían las posibilidades de cada episodio, trascendiendo todavía más los presupuestos básicos de esta mezcla de entretenimiento y denuncia.

Si la propuesta es rompedora y certera (en su momento) la elección del dibujante no pudo ser más acertada. Un órdago como este sólo podía ponerse en manos del dibujante del momento. Neal Adams despliega todo su deslumbrante talento a esta ambiciosa saga sin cortarse un pelo. Cuerpos rotos colgados, cadáveres fríos convulsionados por las drogas, rostros desencajados por el síndrome de abstinencia, escenarios alienígenas trekkie, explosiones estridentes en mobiliario urbano y una serie de cubiertas maestras, se pasean a través de este portafolio mítico. Ya me he referido al estilo de este gigante en las entradas de su Batman. Por economía procesal designo esos particulares. En este momento, posiblemente el mejor de su carrera, el resultado global se ve a día de hoy como algo único en su especie. Mágico.

Por último, me gustaría significar un elemento que posiblemente sea lo único que le ha hecho envejecer mal, pero tiene todo el sentido retrocediendo mentalmente a la época de su edición original. Sí es verdad que muchos de los sujetos que ponen en tela de juicio la protección del sistema legal estadounidense son personajes muy maximalistas. La mayoría son muy mala gente, de ahí que sea absolutamente necesario hacer un ejercicio de contextualización y sacar jugo al mensaje y a la imaginación de las historias más que al lenguaje y decisiones tomadas. Tampoco podían ir a saco a la primera de cambio. Aquí lo que destaca es el hecho de que estos individuos pueden dormir tranquilos por haber detenido un ataque global de Sinestro pero les es imposible conciliarlo por haber detenido un linchamiento racial al propiciar que la administración reforme una determinada ley, sabiendo que en cien lugares más se están cometiendo crímenes que quedan impunes. Ciertamente esta obra puso el dedo en la llaga a una serie de momentos inéditos en el género, de ahí que disculpemos que la mayoría de las situaciones estén descompensadas en cuanto a víctimas y agresores sociales. El futuro se encargará de hacer evolucionar el concepto, pero la piedra roseta es esta obra. Lo que queda intocable es su valentía y honestidad, que estarán vigentes pasen los años que sean.

Green Lantern 76-87, 89; The Flash 217-219, 226; DC Comics. Green Lanter/Green Arrow, ECC Ediciones. Color. Cartoné. 368 pags. Fecha de edición: Junio 2017.

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