Críticas de videojuegos

Crítica: «Promenade», plataformas con encanto

Historia
Jugabilidad
Gráficos
Duración

Muy recomendable

Divertido y para todas las edades. Con claras influencias de otros juegos... y de Little Nemo

Valoración de los Usuarios Be the first one !

Promenade es un hermoso plataformas que se inspira en diversos productos de diversas artes, la más evidente el cómic, con esa clara referencia a Little Nemo. Desarrollado por el estudio francés Holy Cap Studios y distribuido por Red Art Games, llega hasta nosotros para sacarnos de ese bucle de triples A que suelen salir en estas fechas… y también para recordarnos que en los juegos indie hay un auténtico manantial de talento y buen hacer.

Lo tenéis ya disponible en todas las plataformas, aunque nosotros lo hemos jugado en PS5 por cortesía de Red Art Games y os adelantamos que se trata de un título para toda la familia, de jugabilididad asequible pero exigente si quieres descubrirlo todo y, lo mejor, con una sabia mezcla de géneros e inspiraciones plasmadas en unos gráficos de factura deliciosa, pintados a mano y que se balancean entre lo onírico y lo infantil.

El mundo de Nemo

Nuestro protagonista es este niño, Nemo, que está perdido en un mundo dividido en varios niveles dispuestos de manera vertical. Es decir, que para acceder a cada uno de ellos debemos hacer uso de ascensores especiales que, previamente, debemos activar recolectando un número determinado de piezas que conforman un engranaje. Cada mundo, original y variado, se compone de plataformas por las que saltar y por las que investigar bien sorteando enemigos o deshaciéndonos de ellos, o bien desentrañando sencillos puzles o completando minijuegos tipo «carreras».

Hemos caído en este mundo onírico y vertical, de colores suaves y entes algodonosos, pero no estamos solos en nuestra aventura: nuestro nuevo amigo, el pequeño Pulpo, nos ayudará a superar casi todos los obstáculos pero, eso sí, debemos aprender como. Porque solo saltando no llegaremos a muchos sitios y tendremos que usar a Pulpo para impulsarnos… entre otras cosas. Por ejemplo, con él podemos capturar enemigos (o proyectiles) y usarlos como arma arrojadiza o bien podemos usar a nuestro amiguito como gancho y acceder a lugares remotos. Es decir, que conforme vayamos desbloqueando «habilidades» iremos accediendo a nuevos lugares de cada mapa o zona.

Pocas palabras y mucha imaginación

Los protagonistas destilan buen rollo y simpatía, con reticencias al arte de Hora de Aventuras (por ejemplo, y seguimos sumando referencias) y se comunican entre ellos a través de sonidos y gestos, que aquí se habla poco y cuando se hace es a través de mensajes escritos (en castellano) en pantalla. Esa ausencia de sonidos invita a la exploración, que se vuelve deliciosa porque recorres entornos que parecen sacados de bellas ilustraciones de cuentos infantiles… igual recrean una playa, que un interminable sendero de nubes, que un templo… o el mismísimo espacio.

A este respecto decir que el juego contiene momentos en los que su jugabilidad cambia, sorprendiendo y refrescando la experiencia. Que, por solo mencionar dos cosas, podemos manejar una nave espacial o usar a nuestro prota como soporte de un improvisado Arkanoid. Pero su base, el plataformeo, está muy pulido y cuidado y con algo de práctica se volverá totalmente gratificante. Además, conforme activamos ascensores y descubrimos nuevos mapas, nuevos niveles, seguimos jugando sin perder el interés.

La variedad y la maldad

No faltan los inevitables jefes de final de fase, donde encontramos al archi-villano de la historia en muchas ocasiones y al que tendremos que vencer empleando las habilidades que, menos mal, hemos ido puliendo a base de jugar. Esos enfrentamientos son divertidos y están bien planificados consiguiendo siempre sorprender y nunca frustrar debido a unas mecánicas de combate lógicas.

Donde puede ser que sí nos frustremos será a la hora de recolectar ciertos engranajes, porque debido a lo grande que es este mundo dividido un muchos niveles verticales, es fácil perderse en él. O al menos no recordar si aquel o aquel otro engranaje es el que hemos recogido. Esto se supera con más horas de juego y familiarizándonos con el mismo, lo que quizá no satisfaga a los jugadores más impacientes. En momentos puntuales también podemos encontrarnos con escollos tipo puzle muy complicado (o que, por lo que sea, no vemos la solución) o carrera demasiado exigente. O incluso una zona difícil de superar porque hay que combinar muchos movimientos y muy rápidamente.

Dificutad adaptable

El juego te permite cambiar la dificultad de la experiencia, variándola también en aspectos como la salud (podemos seleccionar la opción de recuperarla automáticamente), o en la ayuda asistida en puzles, entre muchas otras. Esto va a gusto de cada usuario, pero es muy importante que lo hayan incluído.

Incluso hay opciones de dificultad inteligentemente integradas durante la experiencia del juego. Por ejemplo, si nos atascamos o no conseguimos algunos engranajes, podemos hacer donaciones a un museo y el pnj que allí reside nos recompensará con dichos engranajes.

El mundo de sueño (y ensueño) en el que se mueve Nemo guarda muchos secretos y sorpresas además de las mencionadas. Descubrirlas por uno mismo es lo ideal y, aunque algunas nos van a recordar a ese Super Mario, a aquel Metroid o a ese Space Invaders, hay que reconocerle su perfecta implementación.

Lo que también vamos a disfrutar y en más de una ocasión nos hará sonreir es la cantidad y variedad de personajillos que pululan por ahí. Los amistosos y los que atacan, todos son achuchables si, pero hay algunos que tienen un poquito más de «papel».

Una conclusión positiva

Se trata de un plataformas original, visualmente encantador y atractivo jugablemente. Rebosa en referencias, de las que no se esconde pero que las sabe readaptar y hacerlas suyas. Es profundo y largo y conforme juegas descubres más y más secretos que te hacen llegar más lejos y descubrir, a su vez, más posibilidades. Bucear, volar con un avión de papel, luchar contra piratas, buscar donde encaja esa pieza de puzle, recolectar objetos «preciosos»… una aventura de plataformas que gustará a los seguidores de este género y que es apto para toda la familia.

Eso sí, guarda un final exigente pero emotivo que recordarás y que te alegrará de haber pasado tantas horas dentro de este mundo vaporoso. Cuando te digan que ya no se hacen plataformas como los de antes, enseñales Promenade.

Giacco

Redactor jefe de las secciones de Cómics y Videojuegos, así como presentador de muchos de los programas de Hello Friki Podcast.

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