Crítica: «Saga 6», de vuelta a la casilla de salida.

Marko y Alana van al rescate de Hazel. Tras lo sucedido en el anterior tomo, estaba claro que la separación familiar iba a provocar y centralizar todo el argumento sobre el que gira este tomo sexto, que contiene los números 32 a 36 originales y publica Planeta Cómic con la calidad y cuidado acostumbrado.

Volviendo al argumento… el secuestro, persecución y trastornos que provocó la aparición de los Últimos Revolucionarios llevó al cambio de tercio más importante que hemos visto en Saga, con el Príncipe Robot y su vástago exiliados, Marko y Alana enemistados y el resto de la familia vete tú a saber donde. Aquí se explica donde se encuentra Hazel y su abuela y qué es esa especie de escuela en la que vemos a la niña al final del anterior tomo. La narradora y protagonista está creciendo con el transcurrir de la serie y todo lo que sucede a su alrededor es tan fantástico como peligroso. Pero sus padres, incansables, no se detendrán hasta averiguar su paradero para proceder al rescate de su hija… pese a ser una misión suicida. La Voluntad también sigue tras la pista de nuestros protagonistas… y no será el único, pues volvemos a encontrarnos con aquella particular pareja de periodistas.

Es este un tomo muy dinámico en el que no dejan de suceder cosas y, personajes que antes habían sido presentados, se encuentran por primera vez e interactúan entre ellos, llegando a consecuencias diversas que abren la trama a nuevos rumbos. Y es que aunque la serie ya no goza de la frescura con  la que nos sorprendía en un principio, sí cuenta con el ingenio suficiente por parte de los autores para manejar a los personajes y moverlos de manera coherente en este ficticio y belicoso Universo. A esta alturas no se ve bien hacia donde se dirige Saga, lo único que nos queda claro es la importancia que va a tener Hazel, cuya existencia pone en peligro el sistema establecido de guerra constante, con intereses a distintos niveles y donde los protagonistas parecen ser los únicos sensatos que buscan la paz entre la dos facciones, teniendo a la niña como símbolo viviente de ese concepto y objetivo.

Lo único que queda claro es que tras tanto ir y venir, tras tantas aventuras y dramas, encuentros y enfrentamientos… estamos en el mismo punto de partida que al inicio de la serie, aunque los personajes han perdido algo de inocencia por el camino y nuestra Hazel crece ante nosotros.

Vaughan se muestra tan efectivo como siempre, dominando las conversaciones con facilidad, dotándolas de naturalidad y coherencia en un entorno y con unos seres tan imaginativos y fantásticos. Fiona Staples también mantiene el nivel, como en el primer número, más de tres años después, sin dar síntomas de cansancio ni repetición, luciéndose en un virtuoso dominio del retrato, las expresiones y la narrativa.

A este particular está dedicado el interesantísimo artículo que abre el tomo, escrito por José Torralba, en el que nos detalla de primera mano como es el proceso creativo de la parte gráfica de Saga. No tiene desperdicio, pues además de usar las respuestas que la misma autora ofrece a los lectores, se puso en contacto con ella para resolver cualquier duda, quedándonos un dossier pormenorizado del proceso de creación de las páginas que duranto tantos meses nos han acompañado y que tantos premios han atesorado. Imperdible.

Podemos concluir que Saga se encuentra en muy buena forma, tras dar un giro argumental de 360º y colocarse de nuevo en la meta de salida, invitando a releer todo lo aparecido hasta ahora y preparándonos para lo que va a venir. Sea lo que sea.

• Saga 6. Planeta Cómic
• edición original. Saga números 31 al 36 USA
• cartoné. color. 116 pp. 16’95 €