Crítica «La Rueda del Tiempo»
Crítica
Valoración
Historia
Dirección
Reparto
Peculiar
Una buena idea mal ejecutada
“La Rueda del Tiempo” es una serie original de Amazon Prime Video que ha recibido más críticas negativas que constructivas desde que se estrenó su primer episodio en la primera quincena de noviembre. Una parte sustancial de ese odio se debe a que los espectadores esperaban encontrar un sucedáneo de “Juego de Tronos” algo que, en este caso, es imposible. Esta producción, que es la adaptación de la saga literaria homónima que ideó el estadounidense Robert Jordan en los años noventa y que, tras su deceso, continuó Brandon Sanderson, nunca pretendió serlo. De hecho, el mismísimo Sanderson afirmó que esta iniciativa desvirtuaba bastante el producto original y que, por ende, no sería canon.
La trama nos narra un mundo en el que solo ciertas mujeres pueden dominar la magia. La historia se centra en Moraine Damodred, interpretada por Rosamund Pike, que pertenece a la organización femenina ‘Aes Sedai’. Ella viaja con su leal compañero Lan Mandragoran, a quién da vida Daniel Henney, a la ciudad de Dos Ríos donde conocen a cinco aldeanos de los que, solo uno, de acuerdo con una profecía milenaria podrá encarnar al “Dragón Renacido”. Esa persona, dependiendo de sus propias motivaciones podría salvar o destruir la humanidad.
La historia, como tal, es atractiva para los espectadores, pero la ejecución ha sido pésima. El primer fallo lo encontramos en las pretensiones de los creadores de la serie al intentar condensar catorce libros en ocho episodios. Sí, la serie se ha renovado para una segunda entrega, pero para quién no esté familiarizado con la cosmovisión mitológica de este saga, es difícil comprender el hilo conductor de la trama. Es por ello que, a pesar de que la temporada goce de un buen ritmo, los acontecimientos que se suceden son atropellados, no se detienen en aspectos importantes porque solo presentan secuencias transicionales que yuxtaponen diversas historias interpersonales sin profundizar en los personajes ni en los hechos.
Uno de los errores que más se ha criticado es la politización que ha hecho Amazon al instrumentalizar la inclusividad racial. Es cierto que se ha recurrido a la inclusividad racial de una forma excesivamente estereotipada y llena de clichés para presentarnos a personajes principales que estaban descritos en las obras de forma distinta, pero esto no es lo peor. El problema principal radica en que los intérpretes, especialmente los cinco principales, son pésimos actuando. No se empatiza con ellos porque no trasmiten nada. Carecen de carisma y sus aportaciones son nulas. Sin embargo, Rosamund Pike realiza un trabajo formidable. En ese sentido, el guion, que no está mal construido, no termina de cuajar porque no hay química entre los personajes que, en la mayoría de los casos, se ven envueltos en dos tipos de situaciones forzadas: resignación e incertidumbre por el rumbo que ha tomado su vida. No se pueden analizar más registros y ese es un error garrafal.
Por otro lado, la dirección no ha sido acertada. El equipo cuenta con Uta Briesewitz, Salli Richardson-Whitfield, Wayne Yip y Sanaa Hamri. De estos, quizás, el que más sobresale es Richardson-Whitfield porque trabajó en las entregas de “Las Escalofriantes Aventuras de Sabrina”. Allí realizó un gran trabajo de dirección, pero en este caso hay escenas mal rodadas que, en lugar de introducirte en la historia, te alejan de ella. Siguiendo con este aspecto, hay decorados poco realistas y los efectos especiales, por su parte, son bastante simplones. No obstante, el servicio de posproducción ha reemplazo el estilo de animación del Computer-generated imagery (CGI) por las prótesis para otorgarle un cariz más realista al proyecto.
Finalmente, “La Rueda del Tiempo” tiene un formato, al menos eso me ha parecido a mí, similar a series como “Xena: La princesa Guerrera” o “Hércules”. Le ha faltado un punto oscuro y sombrío que concuerde con su temática.
A modo de corolario, “La Rueda del Tiempo”, a pesar de todas las deficiencias que he remarcado, me ha resultado entretenida y me ha gustado. No me parece que sea una buena serie (porque no lo es), pero tampoco la peor que he visto este año. Creo que cumple su función, es decir, entretiene, quizás, por su buen ritmo.