Reportaje: El proyector a través de los tiempos. De la Linterna Mágica al 3D
Con las entradas de cine por las nubes y el abanico de posibilidades que ofrece Internet, el hecho de disponer de un buen equipo para disfrutar de nuestro contenido audiovisual favorito ha terminado por convertirse en un elemento imprescindible para todo buen aficionado al cine y las series de televisión.
Home cinemas, Blu-rays, la pantalla de un ordenador… muchas son las opciones que nos permiten adentrarnos en una buena historia.
El mercado de la proyección doméstica de vídeo está en auge y, con ello, la demanda de pantallas de proyección ha aumentado, que suponen una gran diferencia a la hora de disfrutar de la experiencia audiovisual, por lo que es importante estar la tanto de las últimas novedades en pantallas de proyección.
De dimensiones considerablemente reducidas, los proyectores proporcionan una notable calidad de imagen abarcando más pulgadas que un televisor. Sin duda, una opción a tener en cuenta a la hora de vivir la experiencia del cine en casa.
No obstante, los proyectores no siempre fueron pequeños, fácilmente transportables, digitales y, mucho menos, económicamente accesibles para un uso doméstico.
El primer proyector del que se tiene noticia data de 1650 y se le conoce como la Linterna Mágica. Desarrollado por el científico holandés Christiaan Huygens, quien diseñó una caja de madera que proyectaba, mediante una linterna, diapositivas pintadas a mano, este rudimentario proyector se empleaba en los espectáculos ofrecidos por los artistas en posadas y castillos.
La vida de los proyectores no evolucionó demasiado hasta 1883, con la aparición de la cámara que utilizaba film de papel, de manos de George Eastman, invento que desató la cadena de mejoras técnicas que terminarían derivando en el proyector cinematográfico que hoy en día conocemos.
En 1893, Thomas Edison, llevó a cabo su primera exposición pública empleando un proyector de cine que, en ese momento, estaba compuesto por dos partes (el kinetoscopio y el kinetógrafo) y que no permitía que las imágenes fuesen vistas por más de una persona a la vez. Los materiales eran tan costosos que fue imposible hacer de este rudimentario proyector algo lucrativo, hasta la llegada de los hermanos Lumière, quienes en 1895, combinaron las funciones de proyección y grabación en el cinematógrafo.
El mundo de los proyectores evolucionaba a pasos agigantados hasta que, allá por 1977, el físico norteamericano Larry Hornbeck desarrolló la tecnología DLP, basada en espejos que se mueven reflejando la luz con diferente intensidad y color, empleada para la proyección digital.
Los proyectores más empleados actualmente en las viviendas son los basados en la tecnología LCD, mucho más eficientes que los DLP ya que generan colores mucho más saturados e imágenes más brillantes. El efecto de pixelación (aunque actualmente se ha minimizado) junto a la limitada vida de la lámpara (2000 horas), son algunos de sus inconvenientes.
Se da paso, ahora, a la tecnología 3D. Se trata de proyectores de última generación que poseen una pantalla especial en donde se pueden visualizar imágenes que producen al espectador una sensación envolvente.
Estimada Marta, mi nombre es Juan Santiago Malo, soy de la ciudad de Cuenca – Ecuador, estoy desarrollando mi tesis doctoral y la información que ofreces en este blog me sirve para referencia de mi marco teórico, me gustaria mucho saber la fuente de donde tienes toda esta información respecto a los proyectores cinematográficos, desde la linterna mágica hasta la imágen 3D.
Saludos