Crítica: «Sandman: Obertura» num.1. Vuelve el clásico.

Cuando Neil Gaiman puso cierre a The Sandman en su número 75, allá por 1996, la masa de fans que el autor había generado quedó (quedamos) un poco huérfanos. Se nos terminó una larga serie que, con sus más y sus menos, se convirtió por méritos propios en uno de los mejores cómics  que habíamos leído. Aunque había vuelto a trabajar con el personaje de manera esporádica (mención destacada merece ese tomo ilustrado por Yoshitaka Amano, Cazadores de Sueños), siempre había flotado en el mundillo de los rumores una semi-velada intención de retomar a Sueño dentro de una nueva serie.

Y así fue… el año pasado saltó como una bomba la noticia de que Gaiman y Williams III volvían con The sandman, en una nueva colección: Sandman, Overture.

Este mismo mes ha llegado a nosotros gracias a ECC y podemos empezar a disfrutar del regreso del ya clásico personaje con Sandman: Obertura.

Parece que no ha pasado el tiempo cuando leemos este primer número. Todas esas sensaciones que disfrutábamos con la lectura de la primera serie vuelven de nuevo… y que sensación tan agradable! Narrativamente se mantiene fiel a Sandman y, gráficamente, J.H. Williams III sabe manejarse por un cómic onírico de manera absolutamente impecable. La composición de página suele abarcar las dos hojas, por lo que podemos hablar de «composición de páginas», y dentro de cada composición inserta, genial y originalmente, las viñetas. Esto ayuda a aumentar la sensación onírica que transmite el cómic. La simbiosis entre los autores es absoluta y se nota que están todos los detalles pensados milimétricamente para ocupar su lugar. El reencuentro con algunos personajes supone para el lector un constante dejà vu que también ayuda a crear esa atmósfera de sueño en la que toda la historia transcurre. Del apartado narrativo se puede decir que Gaiman vuelve a su lírica más pura, dotando a la historia de un fondo dramático y épico a desarrollar en los futuros números. No voy a descubrir aquí y ahora que este hombre escribe como pocos dentro de la industria, lástima que deje ver lo mejor de sí mismo muy de cuando en cuando. Esta es una de esas veces.

Prefiero obviar toda referencia al argumento: Solo se compone de 24 páginas(o 26, que no he contado el desplegable final con el que J.H. Williams dejará a más de uno boquiabierto) y es mejor que cada uno redescubra y se reencuentre con el clásico. Si diré que, al tratarse de una precuela a la serie original, es de suponer que los acontecimientos que presenciemos en Sandman: Obertura nos llevarán a la captura del Eterno, como se vió en el primer número, nada menos que en 1988.

Fuera de polémicas de si este regreso era necesario o no… que me parecen estériles, el regreso de Gaiman y su clásico Sandman me ha parecido una jugada perfecta por parte de DC/Vértigo: un cómic muy cuidado en todos sus aspectos, que no traiciona su base y que logra relanzar al personaje (de cara a una película o serie?) con las consecuentes ganancias económicas y, ya de paso, para el deleite del lector. Como digo, una jugada maestra en la que todos salimos ganando.