Análisis de Commandos: Origins, para Xbox Series S. De vuelta a aquellas sensaciones de antaño.

Uno de los títulos españoles que más éxito tuvo a nivel internacional a finales de los 90 fue Commandos, de Pyro Studios.

Un clásico que revolucionó los juegos de estratégia.

El juego nos ponía en la piel de un equipo de élite que debía afrontar una serie de misiones en territorio nazi, haciendo uso de las diferentes habilidades de cada personaje, así como debiendo hacer uso de la estrategia y el sigilo.

Muchos han sido los estudios que han copiado esta fórmula, con títulos como Desperados o Shadow Tactics, entre otros, pero sin llegar a conseguir del todo la esencia que Commandos lograba transmitir en sus misiones.

Claymore Game Studios y Kalypso Media han querido resucitar la famosa saga con Commandos: Origins, un título que se ha basado en los cimientos de los juegos originales, tratando con máximo respeto todo lo que pudimos vivir antaño, pero adaptando todo a la generación actual, con el fin de traernos una obra que tira mucho de la nostalgia, a la par que nos va a proponer un reto nada sencillo.

El título se encuentra disponible para PlayStation 5, Xbox Seriex X|S y Microsoft Windows, pudiendo disfrutar de sus geniales ediciones físicas por parte de Meridiem Games para PlayStation 5 y Xbox Series X.

Más y mejor.

¿Y qué nos vamos a encontrar en esta nueva entrega? Pues para empezar, vamos a quedar emplazados en lo que fue la formación del equipo Commandos, conociendo a cada uno de los emblemáticos personajes y sus orígenes antes de su unión.

Y es que, para aquellos que tuvieron la ocasión de disfrutar de las anteriores entregas, todo lo que es la interface nos va a resultar bastante familiar, pues enseguida podremos ver los campos de visión de los enemigos, debiendo quedar alejados de los mismos, o bien hacer uso del cuchillo para acabar con algún guardia, por ejemplo… Todo nos va a recordar a algo ya vivido, con el golpe de nostalgia que nos hará querer seguir jugando y descubriendo todo lo que el título puede llegar a depararnos.

Pero lo que más impresiona de primeras es lo grandes que resultan los escenarios en cada una de las 14 misiones que consta el juego. Podemos tardar una media de 2 horas o más en finalizar cada misión, dependiendo de nuestra pericia y experiencia en este tipo de títulos, pero lo que más intimida es la dificultad, pues cuando creemos tener algo controlado, nos damos cuenta de que había un guardia ahí esperando un error para dar la alarma y masacrarnos.

Nuevas mecánicas.

Con una vista 3D cenital y la posibilidad de rotar, acercar, alejar y mover la cámara, deberemos ir planificando cada movimiento, eligiendo a cada miembro del equipo con el que contemos para ejecutar cada una de las acciones.

De este modo, la forma de jugar es muy similar a sus predecesores, pero se han añadido nuevas mecánicas bastante interesantes, como es el caso de la nueva vista táctica, la cual nos permite parar el juego y configurar los movimientos que queremos que realice cada miembro de nuestro equipo, poniendo en marcha de nuevo la partida y viendo como se ejecutan nuestras ordenes. Esto hace que no tengamos que ir haciendo acciones de uno en uno, facilitando por ejemplo, el ataque a varios enemigos de golpe, reduciéndolos.

Bello y difícil.

Otro aspecto interesante en esta nueva entrega reside en el hecho de poder realizar guardados rápidos en todo momento, pudiendo volver al punto que nos hemos quedado antes de realizar una acción que no ha funcionado, con el fin de no tener que volver a pasar por todo para llegar de nuevo a ese punto.

Pero lo que más prima en este título es la dificultad, pues no se nos va a facilitar para nada el avanzar desde el principio. La sensación que da cada uno de los niveles es como si estuviéramos realizando misiones dentro de cada misión como si fuera una campaña que da acceso a una nueva zona del nivel. Hay que tomárselo con calma, planificar, estudiar y gestionar bien cada recurso de cada uno de nuestros personajes disponibles en cada nivel, con el fin de dar con la tecla que nos permita seguir avanzando.

Los veteranos en este tipo de juegos van a disfrutar mucho con la recreación y dificultad de cada uno de los niveles, pero los nuevos jugadores van a tener que sudar bastante más que los que ya conocen como se las gasta Commandos.

Largas misiones.

Hay ocasiones en las cuales podremos finalizar la misión, o bien seguir en la misma para realizar otros objetivos secundarios. Aquí ya quedará en nuestras manos si queremos dejar el infierno en el que estamos metidos o finalizar todo al 100%.

Y sí, no es un título perfecto, pues nos vamos a encontrar con algún que otro fallo de IA o curvas de dificultad muy elevadas, así como algún pequeño fallito a la hora de realizar alguna interacción con otro personaje que nos hemos encontrado en nuestras partidas. Aún así, tiene ese punto que nos invita a seguir jugando, incluso a pensar tras dejar de jugar, en como podríamos haber afrontado una situación, con el consiguiente gusanillo de volver a arrancar el juego e intentar otra estrategia.

Gráficos y sonido.

A nivel gráfico, el título ha sido diseñado utilizando el motor Unreal Engine 5, ofreciendo un acabado visual precioso. Sin ser lo más de lo más, consigue mostrarnos unos escenarios muy bien estructurados, con edificaciones por donde podemos entrar, trepar, subir o bajar y entornos variados, con los cuales disfrutaremos de una experiencia bastante buena en su conjunto.

El diseño de los personajes está muy bien ejecutado a nivel general, aunque al acercarse la cámara, así como en algunas secuencias animadas, se nota un poco el acartonamiento de los rostros o algunas texturas un tanto artificiales. Aún así, la experiencia global queda bastante bien ejecutada.

Pasando al apartado sonoro, disfrutaremos de una buena banda sonora, así como de las voces dobladas al español. Por otro lado, los efectos de golpes, explosiones, etc., están bien recreados, haciendo que la experiencia resulte bastante satisfactoria.

Conclusión.

Como hemos comentado al inicio de este análisis, tenemos un golpe de nostalgia realizado con mucho mimo y respeto, ofreciendo al jugador de entonces todo lo que disfrutó en aquellos maravillosos años y un poco más, gracias a las nuevas mecánicas introducidas, sus gráficos y el tamaño de los escenarios.

Commandos: Origins es un título de obligada compra para quienes aman esta saga, pues os va a dar todo aquello que disfrutasteis entonces y un poquito más. Y para los que estéis dudando, simplemente plantearos si os apetece estrujaros en cerebro planificando tácticas y viviendo una experiencia muy exigente, pero muy satisfactoria si la lográis superar. Al fin y al cabo, de eso se trata, de proponernos un reto…

Preparad el equipo y lanzaros a la lucha, los nazis no deben ganar esta guerra y de ello depende vuestro empeño…