Críticas de videojuegos

Crítica: «Armored Core VI: Fires of Rubicon». No, no es un Souls con robots.

Gráficos
Sonido
Jugabilidad
Duración.

El mejor juego de mechas que existe hasta la fecha.

Valoración de los Usuarios 4.35 ( 1 votos)

10 años han pasado desde el último Armored Core. Los más ancianos del lugar pensábamos que entre tantos Souls, Sekiro y Elden Ring, FromSoftware se había olvidado de una de mis sagas favoritas. Si nunca has escuchado hablar de Armored Core y acabas de ver que va por la sexta entrega, te voy a poner un poco en antecedentes.

Aunque no lo parezca AC no es un juego de robots, es un juego de mechas. La diferencia con un robot es que éste se mueve por cuenta propia mientras que el mecha es un vehículo y necesita de un humano que lo pilote. Los primeros mechas surgieron en Japón en los 70 con mangas y animes como Gundam o Mazinger Z. El género dio el salto a los videojuegos y ahí es donde aparece Armored Core. La primera entrega se publicó en 1997 para PlayStation. En aquellos tiempos FromSoftware no era tan conocida como lo es ahora pero aun así el juego consiguió una legión de fans, prueba de ello es que la saga continuó y existen 14 videojuegos, más varios remakes para PSP que no son oficiales y algunos libros que no están disponibles en nuestro idioma.

Mucho ha llovido desde Veredict Day, el último AC que salió en 2013 para PS3 y Xbox360. FormSoftware goza ahora de un gran reconocimiento así que esta es una oportunidad perfecta para dar a conocer de forma masiva la saga con su última entrega: Fires of Rubicon, disponible para PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X/S y PC. Avisado estás, prepárate para sudar lágrimas de sangre durante el proceso.

Si nunca has jugado a ningún Armored Core, este es un buen punto de entrada.

Todos los AC transcurren en el mismo universo pero cada aventura es autoconclusiva. En esta ocasión nos encontramos en Rubicon 3, un planeta en el que se descubrió una fuente de energía muy poderosa llamada Coral que iba a ayudar a que el planeta se desarrollara rápidamente, pero el plan no salió según lo esperado, se les fue de las manos y provocó tal catástrofe que el planeta y las estrellas cercanas estallaron en llamas. Muchos años más tarde y con Rubicon 3 todavía sellado por la contaminación, los humanos redescubren el Coral y varias megacorporaciones luchan por hacerse con ella mientras la resistencia trata de impedirlo. Nosotros nos ponemos en la piel del piloto 621 más conocido como Raven, un mercenario que trabaja para Handler Walter que nos ordena realizar trabajos para cualquier facción que esté dispuesta a pagar. Poco a poco descubriremos más sobre lo que realmente ocurrió en Rubicon 3, conoceremos a los verdaderos habitantes del planeta y nos veremos obligados a tomar decisiones que afectarán al desarrollo de la historia y a su desenlace. 

Hola, me llamo Fromsoftware. Tú mataste a mi mecha. Prepárate a morir.

El juego está dividido en 5 capítulos y cada capítulo está compuesto por varias misiones. Hay disponible una fase de entrenamiento a modo de tutorial y te recomiendo que no te la saltes aunque te parezca una tontería ya que está diseñada para que te familiarices con las mecánicas y los controles de tu vehículo. Al terminarlas consigues piezas que vienen muy bien sobre todo al principio que no disponemos de mucho dinero. La premisa es sencilla: cogemos una misión, cuando la completamos nos pagan y con ese dinero vamos a la tienda a comprar armas y piezas para mejorar nuestro mecha. Las misiones son cortas, duran unos 5/10 minutos y aquellas que son un poco más largas tienen puntos de guardado a los que podemos volver si nos matan y no tener que empezar de nuevo.

Los primeros escarceos son fáciles, pero no te dejes engañar por esas primeras horas de juego porque en cuanto nos enfrentamos al helicóptero, el primer boss que finaliza el tutorial, ya notamos un aumento de la dificultad la dificultad considerable, pero cuando de verdad empezamos a sufrir es con Balteus, el primer boss real de la campaña (no es spoiler, aparece en el tráiler). En ese momento es cuando te das cuenta de que aquí hemos venido a sufrir.

Nuestro mecha puede llevar equipadas 4 armas, dos portátiles que van en los brazos como rifles, escopetas, subfusiles y similares, y otras dos que van montadas en los hombros como misiles y los cañones láseres que se manejan con los gatillos del mando. Las primeras veces que visitamos la tienda nuestro instinto es comprar el arma más potente que encontramos hasta que nos damos cuenta de que no siempre “más grande es mejor”. Puede ser que un arma haga mucho daño pero tarde mucho en recargar, o que nuestros brazos y piernas no soporten el peso, o que el generador no sea lo suficientemente potente y se sobrecaliente… Son muchos los factores a tener en cuenta así que tenemos que analizar cada jefe e ir cambiando el armamento y las piezas del cuerpo según lo necesitemos. A veces necesitaremos un mecha ágil y rapidísimo que sea bueno esquivando y otras un tanque lento pero con una defensa considerable y cañones potentes. Es tal la cantidad de modificaciones que podemos realizar que pasaremos prácticamente el mismo tiempo combatiendo que en el taller probando piezas. No hay que tomarse esta parte a la ligera ya que las modificaciones no son solo números y porcentajes que aparecen en la pantalla, realmente se notan al coger el mando y cambian la jugabilidad por completo. Hazte a la idea de que vas a morir muchas veces, pero construirte un buen mecha puede ser la diferencia entre ser derrotado unas cuantas, o tantas que terminas frustrado y con ganas de querer abandonar el juego. La victoria depende única y exclusivamente del jugador, de aprender a base de ensayo y error y de no tener miedo a probar cosas nuevas. Las piezas se compran en la tienda a la que podemos acudir entre las misiones y si un arma no te gusta la puedes vender sin perder dinero. En mitad de una misión puedes cambiar de arma o de piezas que tengamos en el inventario, pero para ir a la tienda a comprar una nueva tenemos que abandonar la misión y volver a empezar de nuevo, así que es recomendable llevar en el inventario un poco de todo y si necesitas dinero, la mejor forma de conseguirlo es repetir las misiones en lugar de venderlo todo.

Aprovechar los escenarios también es algo que ayuda mucho y hay que aprender a incluirlos en el juego. Aunque las balas, los misiles y los láseres zumben a tu alrededor, en la medida de lo posible párate un momento a pensar, analiza la situación y a localiza tu siguiente objetivo, AC no es sólo un shooter y la estrategia es una parte muy importante sobre todo a la hora de enfrentarte a los bosses.

¿Te gustan los mechas? ¡Pues aprende a conducirlos!.

He comenzado esta reseña comentando que un mecha es un vehículo y como tal, el display de la pantalla está lleno de barras e indicadores que no están puestos ahí para que queden bonitos. Es cierto que al principio pueden llegar a saturar ya que son importantes y hay que estar pendiente de todos, pero con un poco de práctica enseguida te haces a ellos. Disponemos de una barra de vida, una de estamina que se consume al disparar y al propulsarte, con lo que a veces te encontrarás en la situación de tener una posición perfecta para disparar pero te das cuenta de que no puedes hacerlo porque no tienes energía. También tienes el indicador del escáner, las barras de las armas, y tampoco tenemos que perder de vista la barra de aturdimiento, que es como la de postura que teníamos en el Sekiro, situada encima de la barra de daño del enemigo. Al principio es de color blanco, según impactamos en el enemigo se vuelve amarilla y cuando está en rojo indica que todas las defensas están rotas y el daño que hacemos es superior al que podríamos hacer de la forma tradicional, así que lo más recomendable es llenar la barra de aturdimiento lo más rápidamente posible y atacar, pero no nos olvidemos que nosotros también tenemos una y si no estamos atentos, es posible que nuestro enemigo nos derrote con un par de misiles. Disponemos de 3 kits de recuperación en cada misión y tenemos que gestionarlos muy bien, pero tranquilos que esto no es un Souls y si te derrotan vuelves a tener disponibles los kits. Sé que hay muchas barras, muchas cosas a tener en cuenta y todas igual de importantes, pero llega un momento que es como conducir tu coche, que lo haces por instinto más que estar pensando en cada momento qué es lo que estás haciendo.

Misiones variadas y diferentes.

Aunque la base del juego es siempre la misma y básicamente consiste en aceptar misiones y cumplirlas, los desarrolladores han conseguido que cada una sea diferente y no tengamos la sensación de estar haciendo siempre lo mismo. Por ejemplo, en una hay que infiltrarse en una cueva y destruir un generador, en otra te envían a un lugar que parece abandonado y cuando llegas te das cuenta de que los enemigos son invisibles y necesitas escanearlos para poder destruirlos, en otra te envían a una instalación subterránea a la que hay que ir descendiendo por unas plataformas poco a poco porque al fondo hay un cañón láser que en cuanto te descubre te desintegra. Hay enemigos tan grandes, que para derrotarlos tendremos que subirnos encima al estilo Shadow of the Colossus e ir atacando por partes. No solo las misiones son diferentes, los escenarios y los diseños de niveles son increíbles y pasaremos por ciudades completamente en ruinas, desiertos áridos o páramos helados. Es una pena que no podamos explorarlos un poco más porque en cuanto nos alejamos un poco barreras invisibles nos impiden avanzar, aún así, por los escenarios hay escondidas piezas y armas y merece la pena pararse a buscarlas.

Además de las misiones de la campaña disponemos de un Modo Arena donde peleamos uno contra uno. Conforme vamos derrotando enemigos nuestros adversarios son más difíciles de aniquilar e iremos subiendo puestos en el ránking hasta que lleguemos a la categoría S. Al ganar una pelea en la arena te recompensan con Coams que se utilizan para desbloquear habilidades nuevas. A medida que avanzas en la historia principal se desbloquea el modo online donde puedes luchar contra otros jugadores en partidas en línea 1vs1 o 3vs3 que son una auténtica locura, donde puedes probar toda clase de estrategias y combinaciones que te vendrán muy bien en la historia principal. 

Conclusiones

Fires of Rubicon me ha gustado mucho, muchísimo, aunque también lo he pasado muy mal con él. Admito que no soy una gran jugadora, estoy familiarizada con la dificultad de los juegos de FromSoftware y los termino aunque para mí son todo un reto, pero en esta ocasión decir que el juego es “exigente con el jugador” es quedarse corto. Hay dos bosses en especial que me han hecho sufrir tanto que creo que en Japón han escuchado los improperios que soltaba por la boca. Lo he pasado mal porque esto no es un Souls o un Sekiro donde solo tienes una katana y sabes que si no puedes contra un boss es culpa tuya. Aquí hay tal cantidad de combinaciones de piezas que ya no sabes si es que no has construido el mecha adecuado a ese enemigo en concreto o es que como jugador no estás a la altura, y esa sensación llega a ser muy frustrante. A cambio, la satisfacción que sientes cuando acabas con ese enemigo que se te ha atascado no se puede describir

El juego pide a gritos un doblaje a nuestro idioma ya que solamente está disponible en inglés y japonés con subtítulos en castellano. Cierto que la historia no es nueva, ni muy elaborada y es innegable que nos recuerda mucho a Dune, pero aún así te la cuentan mediante conversaciones a través de una radio en mitad de la lucha, así que si no sabes cualquiera de los dos idiomas no te vas a enterar prácticamente de nada ya que es imposible leer los subtítulos en mitad de una refriega. 

Hasta aquí lo que menos me ha gustado. Ahora vamos a por los motivos por los que lo he adorado y el primero de todos es que es un juego con un ritmo muy bien medido, no todas las misiones son frenéticas y están combinadas con momentos más sosegados para que no llegues a agobiarte.

Es abrumadora la cantidad de personalización que tienen los mechas ya no solo en cuestión de colores, es que además podemos añadir degradados, desgaste en la pintura para que parezca que ha estado en mil batallas, texturas, podemos ponerle nombre o diseñar un logo… toda esta libertad de customización hace que le cojas mucho cariño a tu vehículo y de verdad lo sientas como tuyo. 

El diseño de niveles es excelente, los escenarios son increíbles y variados, pero esto es un juego de lucha y ahí es donde Armored Core brilla, en su jugabilidad. Realmente sientes que estás pilotando un mecha y cada modificación que realizas se nota a los mandos. Los combates son endiabladamente rápidos y exigen de tí que estés atento al 100%. Otro punto a su favor es que es un juego muy rejugable ya que en algunas ocasiones te encontrarás con que tienes que elegir una misión y descartar otra y según tu elección llegarás a un desenlace diferente. El juego tiene 6 finales posibles y el director del juego Masaru Yamamura, que fue el principal diseñador de combates de Sekiro, en una entrevista comentó que entre resolver los 6 finales diferentes, encontrar las piezas y los documentos que hay escondidos en los escenarios, y completar las misiones con calificación S, que se consiguen realizando las misiones lo más rápido posible, sin perder la vida y con el menor gasto de munición, hay por delante más de 100 horas de juego, así que si eres un completista con Fires of Rubicon tienes juego para mucho rato.

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