Crítica: «Suicide Squad Kill The Justice League», el shooter de los villanos

Rocksteady Studios y Warner Bros Games nos traen otro juego ambientado en el «Universo Arkham Knight», pero en esta ocasión está protagonizado por villanos: el Escuadrón Suicida. Tras el controvertido Gotham Knights se han tomado su tiempo y asimilando varios retrasos lanzan, por fin, este juego que llega cargado de polémica y arrastra ciertos problemas pero que contiene una carga importante de diversión y de buen hacer.

Si quieres ponerte en la piel, o en las mallas, de esta pandilla de trastornados y verte envuelto en una trama loca y divertida mientras te cansas de disparar y golpear alienígenas, este Suicide Squad Kill The Justice League te va a encantar.

Ya está disponible en PC, PS5 y Xbox SerieS/X y os invitamos a seguir leyendo si queréis saber cuales son sus virtudes y también sus pegas.

El carisma de sus personajes

Al Escuadrón Suicida lo salvan sus personajes. Es decir, un supergrupo ya es un concepto muy manido y trillado, pero que esté formado por villanos es, sin duda, un plus. El juego se encuadra en el mismo universo que el resto de juegos DC/Rocksteady, por lo que os sonará más de un cameo y, de paso, es respetuoso con cada uno de sus protagonistas. Repetimos, son villanos. Solo acceden a participar en estas misiones suicidas porque tienen un implante cerebral que explota si desobedecen. Lo demás, les da igual. Se la pela. Y no pierden oportunidad para recordarlo.

Eso está siempre presente durante las divertidas escenas del juego (y durante el juego mismo). Aquí no hay altruismo ni buenismo repentino y los cuatro locos estos solo quieren salvarse a sí mismos. Todo el tiempo es coherente en ese sentido y nos presenta un Rey Tiburon consciente de su posición, sintiéndose superior al resto y colaborando a desgana… Una Harley Quinn pasada de rosca y con comentarios mordaces, ingeniosos y totalmente desafortunados… Un Deadshot frío y colaborativo, pero solo para «salvar el momento» y manteniendo las distancias… Y un Capitán Boomerang ridículo, cobarde y rencoroso que aprovecha cualquier ocasión para humillar a los supers.

En ese plano el juego es impecable. Respetuoso con los personajes y coherente con la historia que es, sin spoiler, la siguiente…

Metrópolis bajo asedio

Metrópolis, la ciudad de Superman, ha sufrido un brutal ataque por parte de Brainiac, ese ente extraterrestre superpoderoso que se dedica a coleccionar civilizaciones. Ha conseguido dominar la mente de casi toda la Liga de la Justicia (Batman, Superman, Green Lantern) y los ha puesto a su servicio, así que las fuerzas del orden (más o menos) deben recurrir a vías alternativas para salvar la situación. Esto es, el Escuadrón Suicida. Pero claro, esta panda de villanos de segunda, que encima van a la fuerza, se encontrarán solos ante el ataque no solo de Brainiac y su ejército, sino de los héroes más poderosos del Mundo. Casi nada.

Cuando Amanda Waller les dice que su misión es, en realidad, matar a la Liga de la Justicia, las caras que ponen los personajes es un auténtico poema. Porque una de las bazas más fuertes del juego es esa, su historia narrada a través de las magníficas escenas y a través de las misiones que vamos ejecutando. Con un doblaje perfecto al castellano vamos a formar parte de esta singular «película» que nos hará reír, emocionarnos y disfrutar, recordándonos los buenos momentos de la saga Arkham.

Así que en ese aspecto, un sobresaliente. El problema viene después…

Un shooter casi convencional

Suicide Squad Kill The Justice League es un shooter en tercera persona en el que podemos manejar a cualquiera de los cuatro personajes, en cualquier momento, solo pulsando un botón. Pronto encontraremos aquel que más se acopla a nuestro estilo de juego y solo cambiaremos para mejorar los parámetros de los compañeros, ya que ganaremos puntos de experiencia para invertir en los omnipresentes árboles de habilidades.

Aunque en el combate son los cuatro muy parecidos cambia la cosa, sobre todo, en el desplazamiento. Deadshot tiene una mochila propulsora, Boomerang usa la Fuerza de la Velocidad, etc. Y en el combate, pues los ataques especiales y alguna arma característica de cada uno será lo que les diferencia (el bate o martillo de Harley, el boomerang del Capitán, etc)

Tenemos Metrópolis al completo para explorar y por sus desérticas calles deambulan las tropas de Brainiac con las que combatiremos una y otra vez. Ese es el problema. Las misiones son del tipo rescata a estos civiles, recupera estos materiales o protege esta torre… pero siempre se trata de combatir oleadas de enemigos. Nada más. A puro disparo y mamporro.

Para darle variedad se incluyen diferentes técnicas de ataque. Por ejemplo, si disparamos a las piernas de los enemigos y luego los golpeamos cuerpo a cuerpo, dejarán caer «escudo» para protegernos. Como esto hay varias cosas que hacen que los combates sean más estratégicos. Otro ejemplo, las cadenas de combos que abren nuevas habilidades, potencias, etc… El caos y lo frenético de cada enfrentamiento consigue que tardemos en aburrirnos y que sea todo muy rápido y disfrutable… pero llega un momento en el que podemos cansarnos.

Bosses geniales, variedad balística y fondo de armario

Si seguimos las misiones centrales nos enfrentaremos a los jefes habituales en estos juegos, solo que aquí hay sorpresa, bueno, más o menos. Como el título dice, nos tenemos que enfrentar a la Liga de la Justicia, así que preparaos para sufrir y disfrutar de unos encuentro épicos… a la vez que divertidos. Porque estos villanos de segunda las van a pasar muy p… mal para poder vencer a las leyendas DC y tendrán que tirar de ingenio. Y ojo, que no solo nos enfrentamos a ellos, que estamos en Metrópolis y cierto genio con alopecia ronda por ahí. Entre otros.

Además de las misiones principales hay infinidad de secundarias. Bien las que nos ofrecen personajes aliados o bien las que hacemos para… buscarnos la vida y esquivar la amenaza que supone ser esclavo de Amanda Waller. Sin olvidar el coleccionable del juego que son los retos de Riddler/Enigma o las propuestas del Pingüino y compañía para mejorar armas y complementos.

Esa es otra. En el juego usamos armas y complementos que encontramos en las misiones a modo de recompensas y que podemos mejorar vía Pingüino y otro personaje que no vamos a decir, de piel verde y pelo rojo. Estas mejoras van desde aumentar el daño, la defensa o incorporar ataques elementales. Además, entre los muchos «coleccionables» se encuentran distintos uniformes con los que podemos «vestir» a nustros personajes. Algunos de ellos vía DLC, otros vía recompensa, otros llegarán…

Conéctate si quieres jugar

El mayor problema que hemos encontrado en el juego es su necesidad de estar conectado para poder jugar. No hay inconveniente para jugar en solitario su modo historia, ya que la IA maneja con soltura y acierto a los compañeros (nos socorren, combaten, curan, etc de manera efectiva), pero sí requiere conexión a los servidores de Warner si quieres jugar.

Desde esos servidores podemos abrir la partida y dejar que otros jugadores entren, o ir nosotros a la suya. En este sentido el juego funciona muy bien, a excepción de los primeros días ya que se cayeron en el lanzamiento. El componente crossplay permite, además, que podamos compartir los combates con usuarios de cualquier consola. Todos los avances y recompensas, sean en solitario o jugando cooperativo, se guardan automáticamente en nuestra partida.

Técnicamente sobresaliente

Se nota que el juego no ha salido lastrado por las anteriores consolas y nos muestra una amplísima ciudad de Metrópolis en todo su detalle. Repleta de monumentos y estatuas que rinden culto a sus héroes, con rascacielos entre los que destaca la torre de LexCorp o el Daily Planet, e incluyendo zonas industrilaes, portuarias, barrios, jardines, parques, etc.

Donde más brilla es durante los rápidos y explosivos combates. Totalmente frenéticos y a los que no cuesta nada acostumbrarse, si llegamos a cansarnos basta con cambiar de personaje. La recreación de cada héroe es sensacional y las escenas cinemáticas muy sobresalientes. Cuando aparece Wonder Woman y nos da una paliza, cuando Boomerang lesiona (intencionadamente?) a Flash, o cuando aparecen los bosses… son momentos que se quedan.

Punto y aparte el sonido pues hay que reconocer el esfuerzo y el oficio por doblar tan tan bien las voces al castellano. Los efectos, que hay muchos, son totalmente reales y nos envuelven durante los combates, con un uso del sonido «espacial» tremendo. Y como ya pasaba en Guardianes de la Galaxia, el juego está repleto de frases que los personajes sueltan de fondo, así a lo loco, que a veces hacen que te partas de risa.

Conclusiones

El juego ha sido muy criticado en sus primeros días, pero no es para tanto. Reconociendo sus errores, grandes errores como la necesidad de estar conectados, el incluir pagos para comprar complementos o basar el 90% del juego solo en el combate. Reconociendo esos errores, también hay que admitir sus excelncias técnicas y su esfuerzo por crear un sistema de combate divertido y asequible a la vez que original, en un mar de juegos similares. Quizá sea ese su mayor problema, querer hacerse un hueco en un género que ya está explotado y dejar para el modo Historia apenas 12-15 horas.

Tiene puntos muy positivos y es de justicia reconocerselo, sin esconder «lo otro». Nosotros, sin duda, hemos pasado muy buenos ratos con este Suicide Squad Kill The Justice League donde hemos encontrado unos personajes y una historia que están muy por encima de lo que nos da, por ejemplo, el cine.

Este sí es el Escuadrón Suicida. Diversión cafre y bromas pesadas a costa de los héroes de la casa.