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Crítica: “Batman: Yo soy Suicida” Batman´s Four

Resumen de la Crítica

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“¿Lo ves? Murciélagos. Siempre al revés. ¿No te lo había dicho? Tú me atrapas.

Presenta una introspección muy inteligente de Bane y un tratado perfecto de la relación sentimental y vigilante de Batman y Catwoman.

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Yo soy Suicida combina factores muy característicos de Bane a la vez que explora nuevos puntos de vista de su intrahistoria. A través de un gran ejercicio de estilo y narración ejecutado por Mikel Janín, el golpe maestro a lo pseudo ladrones de guante blanco mediante el uso de socios involuntarios y disfuncionales es el leit motiv del arco argumental. El interés radica no tanto en la culminación del plan, que más o menos se intuye, sino a los momentos team up personalizados en la parte humana del gran Scarface con Catwoman o los intermitentes Jawelee y Punch con el Tigre de Bronce.

Ciertamente, la primera grapa del arco argumental es por sí mismo un arranque muy prometedor. Si la introspección de diversos personajes para encontrar nuevo conocimiento a su psicología es bastante característico de la serie, el hecho de que se aproxime a un análisis tan íntimo del villano ya es más inusual. Introducirnos en la psique de Bane es siempre muy esperanzador para quien quiere embaucarse en tramas y giros desasosegantes. No obstante, el tirabuzón llevado a cabo por King en el personaje a través del Psicopirata es tan buena idea como el cambio de escenario sin solución de continuidad expuesto. A través de su némesis gothamita, pasamos de una pesadilla abstracta a otra material mediante las celdas del asilo Arkham.

En la entrada, registro, interceptación y salida de Santa Prisca para robarle la zanahoria a Bane es donde se centra lo que me refería anteriormente sobre la trama del plan maestro, sólo que aquí los sabotajes estratégicos, el dinero, las joyas, los mapas del tesoro o las armas destructivas se transforman en hombres de destrucción masiva. Resabiados que somos, los giros en estos tipos de clasificaciones de género no son tan sorprendentes, pero no son óbice para deleitarnos en otros apartados. La cantidad de posibilidades narrativas y de composición rítmica del dibujante español prima la lectura gracias a sus extraordinarias secuencias gráficas, donde se combinan muchos puntos angulares, sobre todo desde la óptica de los contrapicados y de las tomas cenitales, llegando a abarcar incluso dos páginas completas. Sí veo un problema en ciertos pasajes de la acción por el constante bombardeo de alargadas exposiciones introspectivas, desproporcionadas por su reiteración. Las considero innecesarias a estas alturas en la obra del personaje porque resta peso a lo que gráficamente se está mostrando. De todas formas, como en cualquier momento se puede retroceder una vez leídas las reflexiones, no permite escapar al sometimiento exclusivo de las secuencias móviles ejecutadas por Janín.

“Azoteas” se me antoja como la pequeña joya del primer año de la actual serie. La puesta al día del trámite aclaratorio en el misterio de Selina Kyle introducido desde el principio, por fin cobra forma apreciándose a través de una vivencia sentimental contemplada con cierto voyerismo. A parte que da carta de naturaleza al gran conocimiento que el autor tiene de ambos personajes y de su relación, son los toques de continuidad sutiles y leves pero transparentes y claros lo que da grandeza a esta pequeña historia. Por lo demás, el ritmo es claro, lineal; la escritura de una inteligencia y elegancia absoluta; y el pulso de Mitch Gerads es perfecto para el ambiente nocturno de la acción, tanto en los exteriores como en los interiores a pesar del cambio de registro en ambos escenarios.

Los que amamos este tipo de lecturas en general y a estos personajes en particular, los guiños sensibleros bien introducidos nos llenan de satisfacción. El pellizco respetuoso, emotivo y sensible de la continuidad es siempre un contenido añadido por su alto valor gratificante en lo personal (eso que tan bien hizo en La Vision, de Marvel). Y este arco argumental, aparte de ser una historia estupenda, regala ese pedacito de nostalgia comiquera que tan bien sienta.

Batman (R) 9-15, DC Comics. Batman: Yo soy Suicida, ECC Ediciones. Cartoné. Color. 168 págs. Pvp: 17,95 €.

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