Crítica: «Gynoug», el ángel retro y exterminador

El desarrollador Indie Ratalaika Games, parece haberse especializado en la adaptación/portabilidad de shooters clásicos a las nuevas generaciones. Ya lo hizo con Gleyancer, recibiendo muy buenas críticas de los medios, y ahora le toca el turno a Gynoug, aunque quizá a muchos os suene como The Winged Warrior, nombre que se le dio en algunas regiones. Un juego aparecido en 1991 para la Mega Drive y que ha sido rescatado a escala 1:1 para disfrutarlo en Switch, PS4, PS5 y en las Xbox.

La batalla por el Cielo

El argumento es lo de menos, pero tiene su «cosa»: el Cielo está siendo atacado por un demonio conocido como Wor, un ángel corrupto y de apariencia monstruosa. Por supuesto, no llega solo, sino acompañado de sus secuaces a los que tendremos que ir eliminando a lo largo de las 5 fases que tiene el juego… con una ronda final en la que reaparecen los jefes finales como antesala del gran enfrentamiento contra Wor. Nosotros manejamos a Gynoug, el ángel encargado de poner las cosas en su sitio. Y así, a modo de shooter de naves clásico de avance lateral, tendremos que ir enfrentando hordas de monstruos, demonios y seres empeñados en acabar con nosotros a toda costa.

Una jugabilidad asequible

Lo primero que llama la atención es la jugabilidad. No solo porque el control de nuestro personaje angelical es fluido dentro de su sencillez, sino porque se hace más fácil esquivar los disparos y embestidas de los enemigos al poder distinguirlos del colorido fondo. Este no es un problema menor que nos encontrábamos en últimas portabilidades de juegos similares: los fondos son tan coloridos y cambiantes que apenas se aprecian esos disparos, esos pixeles letales, cuando se acercan a nosotros. Aquí no sucede y, manteniendo unos fondos cambiantes y de diseño onírico, se puede distinguir con claridad cada elemento en pantalla… ya sean enemigos, potenciadores o disparos.

Poco secreto tiene su sistema de juego. Nos limitamos a permanecer vivos mientras sobrevolamos los distintos escenarios en scroll lateral, esquivando accidentes del terreno y todos los ataques. Algunos enemigos y algunos elementos esconden esos potenciadores que nos cambian el tipo de disparo y nos vuelven más letales, o nos dan puntos o cosas similares.

A los enemigos les pasa como a las localizaciones, que son surrealistas y de diseño singular. No nos enfrentamos a las típicas naves o marcianos, sino a demonios y monstruos. Un detalle singular que se agradece por su puntito de originalidad.

Jugando con el tiempo

El juego nos limita a cuatro vidas por partida, nada más… pero tenemos la posibilidad de salvar la partida en cualquier momento para volver a ella más tarde. Algo inaudito en este tipo de shooter retro (ojalá hubiéramos tenido este tipo de ventajas en los ’90). Y aunque podemos conseguir vidas extra en algunas pantallas, lo que de verdad nos va a ayudar en nuestras partidas, es la posibilidad de dar marcha atrás en el tiempo.

Sí, hace ya treinta años, Gynoug ofrecía la posibilidad de retroceder en la partida y corregir nuestros fallos. ¿Que un enemigo te alcanza y te mata?… mantienes presionado el botón correspondiente y deshaces esa muerte para, ahora, tener una nueva posibilidad y esquivar ese mortífero disparo. ¿Que te has dejado un item de vida extra?… pulsas el botón de retroceder en el tiempo y haces la maniobra precisa para alcanzarlo. Es posible que, una vez dominada esta técnica, el juego se vuelva demasiado sencillo y sus escasas 3-4 horas de duración se pasen enseguida… pero tenemos la opción de no utilizar laventaja temporal o de repetir las fases para mejorar nuestras marcas.

Gynoug es un shooter divertido y exigente, pero disfrutable por todas las posibilidades que ofrece dentro de su limitada jugabilidad e historia. Se acompaña de unos gráficos retro muy apañados y unos diseños coloridos, vistosos y muy originales. Pasa lo mismo con los jefes finales, que son monstruosos y grandotes. Eso sí, con unas rutinas limitadas y fáciles de aprender.

En definitiva, un shooter retro, clásico, divertido y memorable. Por 5,99€ que cuesta vale la pena rescatarlo y atesorarlo como lo que es, un videojuego clásico que aportó novedades en cuanto a jugabilidad y diseño. Con él tenemos aseguradas varias horas de diversión añeja. Salvar el Cielo nunca fue tan divertido.

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