Críticas de series

Crítica: «Vida perfecta»

Vida Perfecta T2

Valoración

Imprescindible

Una imagen realista de mujeres de verdad afrontando las imperfecciones de la vida.

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Hace poco más de una semana, la plataforma Movistar+ estrenaba la segunda temporada de Vida perfecta, una serie creada, escrita y dirigida por Leticia Dolera, quien también cuenta con Manuel Burque en el guion y con Elena Martin y Ginesta Guindal, entre otras, en la dirección. La producción, cuyos seis capítulos de 25 minutos se devoran enseguida, tiene lugar en Barcelona, en la época actual, justo antes de la pandemia. La temporada sigue, seis meses después, las vidas de sus protagonistas: María, Esther y Cristina, interpretadas por Leticia Dolera, Aixa Villagrán y Celia Freijeiro, tres amigas que se enfrentan a la treintena con crisis que resolver, siempre con humor y con el apoyo y la amistad que las une.

En la primera temporada, María, una dentista algo maniática y controladora cuyo mayor deseo es tener un futuroconvencional”, con una hipoteca y una familia, ve desmoronar sus planes de vida cuando, de forma accidental, se queda embarazada de Gari, un chico con discapacidad intelectual al que apenas conoce, interpretado por Enric Auquer. En la segunda temporada su esquema se rompe aún más con la llegada de su bebé y de un fantasma inesperado: la depresión postparto. Por su parte, Esther, totalmente opuesta a su hermana, se presentaba en la primera temporada como una artista alocada que, aunque pretende que le da igual todo, internamente lucha por buscar su lugar en el mundo. En la segunda entrega parece encontrarlo junto a Julia, interpretada por Miriam Iscla, una oculista varios años mayor que ella, amante del country y con la que Esther quiere sentar la cabeza… ¿o no? Por último, Cris, amiga del alma de María, continúa luchando por mantener a flote su matrimonio mientras trata de disfrutar de su sexualidad, aunque sea a escondidas.

Si tras esta sinopsis no te ha picado la curiosidad y aún te sigues preguntando por qué es interesante ver Vida Perfecta, a continuación analizamos algunas razones. Una de ellas podría ser su reconocimiento a nivel nacional e internacional, habiendo recibido premios como el del festival de CANNESSERIES en 2019, un Ondas y varias nominaciones en los Feroz, entre otros. Otra razón podría ser el reparto que, más allá de ser un conjunto de caras guapas y conocidas, se trata de un elenco de actrices y actores que interpretan a la perfección unos personajes ya de por sí muy bien escritos, haciendo que sean creíbles y que se les coja cariño enseguida. Sin embargo, un motivo de peso por el que esta serie es muy recomendable y necesaria es por los temas que trata y cómo los trata.

En la segunda temporada de la serie, se retoman cuestiones como la sexualidad femenina, que se muestra de forma mucho más explícita y diversa, en la que las mujeres tienen el control sobre su cuerpo y sus decisiones, algo que aún hoy en día se sigue viendo con poca frecuencia en el cine y la televisión. Se siguen rompiendo estereotipos y se da la vuelta a las expectativas sociales, a lo que se considera una vida “normal” o “perfecta”. En la primera temporada, se visibilizaba no solo a las personas con discapacidad, sino a aspectos de sus vidas como es el sexo, que frecuentemente se ignoran en la ficción y en la vida real, como si las personas con diversidad funcional no tuvieran las mismas necesidades que el resto de la sociedad. En esta ocasión, el tema principal es la paternidad, los miedos a no ser suficiente, a hacerlo mal, a fallar en la crianza de un hijo… miedos que se comparten tengas o no discapacidad. Cierto es que se echa en falta mostrar personas con un grado de discapacidad intelectual más severo, ya que es la realidad de los centros de día y las residencias, pero es un detalle menor en comparación con la gran importancia que tiene que el día a día de estas personas aparezca en televisión de forma normalizada. Por último, destacar el tema de la salud mental, que en esta segunda temporada es crucial. En un mundo en el que la COVID-19 ha hecho que sea cada vez más importante reivindicar la importancia de tratar las enfermedades mentales, que afectan a muchas personas, es imprescindible que también aparezcan en la pequeña y la gran pantalla de una forma real. Vida perfecta, lo consigue, haciendo que más de un espectador y espectadora empatice, sin necesidad de que el diagnóstico sea el mismo que el de la protagonista.   

Para acabar, no hay que olvidar que Vida perfecta, además de tratar temas tan importantes y profundos, es una serie que engancha, donde el humor se mezcla con el drama a la perfección, siendo tremendamente divertida. ¿Hacen falta más razones para empezar a verla?

Marta Fernández Lara

Bióloga y Filóloga Inglesa en proceso. Aspirante a escritora. Me encanta la literatura, especialmente las historias ambientadas en otro tiempo y/o con brujas de por medio.

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