Crítica de Skautfold: Usurper, para Nintendo Switch.

Red Art Games y Pugware nos traen la segunda entrega de la saga Skautfold para consolas. Skautfold vio la luz por primera vez en 2016 para Windows, con el título Skautfold: Shrouded in Sanity, y con 4 títulos posteriores en esta plataforma.

El juego está disponible para Nintendo Switch, PlayStation 5, PlayStation 4, Microsoft Windows, Xbox One, Xbox Series X|S, GNU/Linux y Mac OS. Vamos, que cualquier usuario puede acceder a este título.

Del PC a consolas.

Tras el éxito cosechado en la primera entrega para consolas, ahora nos llega Skautfold: Usurper, un título que mezcla un estilo de metroidvania con soulslike, ofreciéndonos toques de RPG y conversaciones al estilo de las novelas visuales.

Ambientado en un extraño Londres del siglo XIX, el título comienza la historia presentándonos a un ser que ha quedado deformado y débil, debiendo encontrar un cuerpo a toda costa para ocuparlo y restablecerse. Empezaremos entonces manejando a ese ser deforme, encontrando rápidamente a un caballero caído en combate, el cual nos hará de huésped, a cambio de mantenerlo con vida.

Así comenzaremos nuestra aventura, debiendo adaptarnos al manejo del personaje e ir aprendiendo su control a través de un tutorial que nos irá apareciendo en forma de señales de aviso por el mapa del juego, al igual que sucede en los títulos de Darksouls.

Una aventura desafiante.

Nuestro personaje podrá saltar, deslizarse por el suelo, esquivar, usar un escudo protector y realizar ataques con las armas que disponga en sus ranuras de acceso rápido, personalizable hasta 4 diferentes de todas las que vayamos consiguiendo añadir a nuestro inventario.

Distribuidos por el mapa podremos encontrar diferentes altares, en los cuales podremos guardar la partida, o bien subir de nivel, siempre que tengamos suficientes monedas y gemas para tal fin, lo cual no resulta muy sencillo de conseguir, y este es uno de los handicaps que encontraremos a lo largo del juego, ya que nuestro personaje dispondrá de energía muy limitada, y el hecho de subir de nivel será una ardua tarea en un principio.

Encontraremos en nuestra aventura diferentes personajes, con los cuales podremos hablar y conseguir alguna que otra mejora a cambio de monedas o gemas. Por otro lado, la exploración no será tarea fácil, ya que los diferentes enemigos y jefes serán duros de pelar, y es aquí donde entra en acción nuestra estamina, las esquivas y el escudo.

Atacar y esquivar.

Cuando lanzamos un ataque, nuestra estamina baja. Si llega a bajar del todo, se nos pondrá de color rojo. En ese momento podremos seguir atacando, pero seremos vulnerables a cualquier toque del enemigo, pudiendo ver enseguida como perdemos la vida, para volver al último punto de guardado que dispongamos, aparte de perder monedas. Si dejamos de lanzar ataques, recuperaremos la barra de estamina al cabo de un tiempo.

Las esquivas hacen la función de los parries, ya que si las ejecutamos en el momento justo, será como un ataque a nuestro enemigo. Luego dispondremos del escudo protector, el cual irá consumiendo estamina cada vez que lo utilicemos.

Morir y volver a morir.

Si accedemos al mapa del juego, podremos observar que no es excesivamente grande, pero llegar a cada una de las zonas y conseguir avanzar en la historia es una tarea que puede llevarnos alrededor de 11-12 horas de partida. En un primer momento todo puede parecer muy confuso; por un lado, la historia nos puede dejar un poco perdidos, por otro, avanzar por el mapa nos va a costar numerosas muertes, debiendo repetir una y otra vez un camino concreto para superar los enemigos y conseguir seguir adelante. Esto puede resultar un tanto tedioso para los que busquen un juego de plataformeo y eliminación sencilla de enemigos, por lo que no se trata de un título para todos los públicos, debida a su alta dificultad.

Aún así, si decidís darle una oportunidad y perseveráis en vuestro empeño, iréis consiguiendo nuevas armas(un montón), encontrar zonas secretas y tesoros (no demasiados), y ganar experiencia para ir derrotando a los enemigos. Todo un reto para los más valientes…

Gráficos.

A nivel gráfico, Skautfold: Usurper cuenta con un buen pixel art repleto de animaciones y fluidez. Por otro lado, se ha utilizado una paleta de colores bastante oscura, dando esa sensación de lugar terrorífico y desafiante, donde predomina el rojo de la sangre.

Los escenarios gozan de buena calidad a nivel general, con una vista lateral en 2D y algún alejamiento y acercamiento de cámara en algunas zonas, para apreciar la sensación de grandeza de algunos entornos y enemigos.

En ocasiones podremos apreciar zonas con más iluminación, ya que de normal veremos como un círculo alrededor de nuestro personaje, teniendo las zonas de alrededor más oscuras, para darnos esa sensación de opresión y sorpresa ante un ataque enemigo. Así, podremos encontrar exteriores con mayor luz, o bien un altar o ascensor iluminado.

Sonido.

La parte sonora tiene melodías muy acordes al entorno en el cual nos moveremos, algunas más épicas, cuando tenemos algún enfrentamiento, otras tétricas con piano y algunas que reflejan nuestra soledad en aquel lugar terrorífico.

Los efectos de golpes con las diferentes armas, rotura de cajas, apertura de cofres y sonidos de los enemigos, están bien conseguidos a nivel general. Todo queda bien estructurado en su conjunto.

Conclusión.

Estamos ante un título que no está nada mal, pero que exige mucha paciencia para ir avanzando poco a poco. Los combates no están bien balanceados, sintiéndonos en todo momento débiles ante los diferentes enemigos. Por este motivo, como hemos comentado anteriormente, es un título indicado sólo para aquellos que hayan agotado todas las propuestas de este tipo y busquen saciar sus ganas jueguiles.

Encontraréis el juego totalmente en castellano, lo cual permitirá seguir las líneas de texto e ir entendiendo un poco la historia. Por otro lado, si conseguís finalizar el título, podréis entrar en los modos para speedrunners, o bien activar la muerte permanente en la partida.

Personalmente, el título me ha dejado un sabor agridulce. Por un lado, las mecánicas, el arte y el tipo de juego, me han gustado, por otro lado, la confusión inicial en la historia y la curva de dificultad tan tajante, me ha dejado la sensación de que le falta algo que invite más a lanzarse a todo tipo de jugadores.

Tenéis a vuestra disposición una propuesta desafiante, bien ejecutada en su conjunto, pero no apta para la mayoría. ¿Os atrevéis con este reto?